“No queremos nada que no sea justicia”, afirmó Ricardo Santoro, el abogado que patrocina a la sobrina segunda del senador José Alperovich, quien lo denunció en la ciudad de Buenos Aires y en Tucumán por abuso sexual.
“Estoy al frente del asesoramiento técnico de la denunciante, quien expresa que ha sido víctima de varios hechos acaecidos tanto en la ciudad de Buenos Aires como en esta provincia, entre diciembre de 2017 y mayo de 2019”, comentó a LA GACETA.
El viernes, la joven de 29 años presentó dos denuncias: una en la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres porteña, y otra en la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales tucumana. La causa en Buenos Aires cayó en el despacho de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°10 de la Capital Federal, interinamente a cargo del fiscal Santiago Vismara. La causa provincial será investigada por la fiscal María del Carmen Reuter. Las presentaciones fueron acompañadas con una carta que se difundió a los medios, donde expresó en duros términos el calvario que sostuvo que padeció mientras se desempeñaba como asesora del ex gobernador.
El delito de la acusación
“El delito de la acusación, previsto en el Código Procesal, es abuso sexual. Deberá evaluarse el agravamiento por haber producido un daño grave en la salud de la víctima, como por la relación de dependencia entre la denunciante con el demandado, por el sometimiento gravemente ultrajante para la víctima cuando mediare violencia, amenaza, abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad o de poder, o aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción. Y por otros elementos tipificados que no puedo expresar a la prensa para preservar a la denunciante, para evitar su revictimización, contenidos en el artículo 119 (del Código Penal)”, confirmó Santoro. Agregó que desde la presentación de las denuncias su celular no dio abasto: dijo que había recibido más de 250 llamadas perdidas y que no podía usarlo para comunicarse con su familia.
Afirmó que no puede despacharse mucho hasta que se produzca la ratificación de las denuncias en Tribunales. “El siguiente paso es la ratificación de las dos denuncias, en ambas sedes, por hechos que ocurrieron tanto en Buenos Aires como en esta provincia. Esperamos que ocurra durante la próxima semana. El fiscal de Buenos Aires se ha comunicado con la denunciante para ponerse a disposición respecto a garantizar la seguridad e integridad física de la denunciante. Estoy muy conforme con la actuación de la Justicia porteña por haber respondido a este pedido de consigna de la Policía Federal”, agregó el letrado.
Miembros el entorno de la joven habían expresado a este diario que la denunciante está acompañada por un grupo de contención, formado entre amigas y familiares. Habían afirmado que los presuntos abusos de Alperovich contra su sobrina habrían comenzado al poco tiempo que ella comenzó a trabajar con él. Ella empezó a acompañarlo en noviembre de 2017. El primer hecho habría ocurrido en diciembre de 2017. “El avasallamiento fue demoledor”, había descripto en la carta difundida.
El grupo de contención de la joven había explicado que desde que dejó el espacio político del senador empezó a tener asistencia psicológica y que aguardó a que transcurriera el periodo electoral para evitar que la denuncia sea tachada por tintes políticos. Que en mayo consultó en organismos para pedir asistencia y que comenzó a leer textos de otras víctimas de violencia machista que le dieron fuerza para contar lo que le ocurrió, entre ellos, el que publicó la actriz Thelma Fardin tras su denuncia al actor Juan Darthés. “Valiente la sobrina de Alperovich, se animó a denunciarlo apropiándose de su historia, poniéndole nombre y apellido al monstruo que le quitaba la libertad. Nos tenemos, no nos callamos más; estamos sanando juntas”, tuiteó Fardin cuando supo de la denuncia.
Santoro respondió en la misma línea respecto al momento en que la víctima realizó la denuncia. “La denunciante ha podido realizar recién ahora la presentación judicial por el sometimiento y la asimetría de poder respecto a su denunciado, esto es algo que lo pueden explicar mucho mejor expertos de psiquiatría y psicología, hay una enorme biblioteca profesional que toma por objeto de estudio lo que ocurre a las víctimas de estos hechos traumáticos”, expresó.
El abogado de la joven destacó a los medios de comunicación que respetaron el pedido de la joven de preservar su identidad, como corresponde -expresó- a las víctimas de delitos de violencia sexual. Criticó, en cambio, la actitud de Alperovich de divulgar el nombre de la denunciante en las redes: “me parece una bajeza espantosa que revictimiza a la víctima y no respeta protocolo alguno en pos de su protección”. Y repitió: “no queremos nada que no sea justicia”.