El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, cruzó ayer a Lázaro Báez, al calificar de “disparatada” la denuncia del empresario detenido, quien dijo haber sido víctima de supuestas presiones por parte de funcionarios del gobierno de Mauricio Macri para involucrar a la ex presidenta Cristina Kirchner, en delitos de lavado de activos. “Son cuestiones disparatadas las que plantea, pero lo entiendo: quiere distraer con declaraciones altisonantes en vez de explicar las cosas que parecen obvias a los ojos de todos los argentinos, al punto tal que nadie asociado al kirchnerismo ha salido a defender la situación de Lázaro Báez, ni siquiera el presidente electo (Alberto Fernández)”, dijo Garavano.
El declaraciones a La Once Diez, el ministro sostuvo que la denuncia realizada por Báez “es una falsedad dicha por una persona en el marco de un proceso judicial en el cual está siendo juzgado por delitos contra la administración pública, y en esa situación la gente es capaz de decir cualquier cosa”. En ese sentido, indicó que el empresario “en vez de explicar cómo crecieron, cómo se adjudicaban las obras, cómo contaban los millones que se vieron en televisión, inventa un relato”.
En otro orden, Garavano desmintió que los cambios en el Código Penal vayan a generar una ola de “libertades masivas” por los cambios en el sistema de prisiones preventivas. Al respecto, el funcionario sostuvo que el nuevo código plantea la posibilidad de prisión preventiva “no solo con lo que tiene que ver con la posibilidad de eludirse o escaparse (?) sino que también lo plantea en lo que tiene que tiene que ver con la obstrucción a la Justicia ya sea influyendo en testigos, escondiendo pruebas y demás”.
Consultado sobre el futuro de las causas por corrupción que involucran al kirchnerismo, Garavano sostuvo que “la mayoría de la población no quiere un futuro de impunidad, quiere que la institucionalidad se conserve y no vuelva la impunidad en la Argentina”. (Télam)