El aumento de los combustibles y la aplicación del protocolo de uso de armas de fuego se convirtieron ayer en temas de polémica entre el presidente electo, Alberto Fernández, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cuando transcurre el período de transición de los gobiernos saliente y entrante.
“Hay algunos dirigentes del Gobierno que dicen que en ciertas decisiones cuentan con mí apoyo. Al parecer lo que ellos llaman transición es cargar en el otro lo que ellos hacen”, dijo Fernández en declaraciones a El Destape Radio.
En conferencia de prensa, la ministra Bullrich había dicho el jueves que el aumento de combustibles “es un tema acordado entre nuestro gobierno y el gobierno que viene”.
Las petroleras aumentaron el precio de sus combustibles un 5 % promedio en todo el país, luego de los 90 días de congelamiento que el Gobierno fijó el 15 de agosto pasado para reducir el impacto del desequilibrio macroeconómico registrado tras las elecciones primarias de ese mes.
“Otra mentira más del Gobierno macrista. Nadie acordó semejante cosa conmigo. Como siempre, descargan en otros decisiones que toman desde su propia ineptitud”, escribió Fernández en la madrugada de ayer en Twitter, declaraciones que después refrendó en sus expresiones radiales.
Segundo round
Otro punto de conflicto entre Fernández y Bullrich se registró ayer por en torno del protocolo de uso de armas de fuego, que implementó el gobierno de Mauricio Macri, y que la nueva gestión busca derogar a partir del 10 de diciembre. “Les va a salir el tiro por la culata, yo les diría que lo piensen, que no actúen impulsivamente, que analicen con más tiempo y no tomen decisiones contrarias sólo porque las hicimos nosotros”, dijo Bullrich a radio La Red.
Minutos después, por El Destape Radio, llegó la contestación de Fernández: “y yo le pediría a Bullrich que reflexione sobre lo que hizo. Esos protocolos no sirvieron para nada, sólo sirvieron para lamentar víctimas de violencia abusiva institucional. Cambiar un protocolo que legitima que un policía dispare por la espalda no habla bien del Estado que lo permite. Lo dije en aquel momento: el protocolo fue solo para que los policías puedan aducir una causa de justificación que se llama cumplimiento de un deber. Les dieron una norma para legitimar esa conducta”.
Según trascendió, el mandatario electo no solo derogará el protocolo de uso del arma de fuego que permite a los policías federales, entre otras acciones, disparar sin dar la voz de alto, sino también la norma que permite a los efectivos exigir el DNI en las estaciones de trenes y subte.
“Si desprotegen a la Policía y a las fuerzas de seguridad bajando el protocolo de uso de armas de fuego va a pasar lo que ocurría con el garantismo o el ‘zaffaronismo’, que cada vez que usaban un arma de fuego terminaban presos. La policía no sabe cómo actuar”, había dicho Bullrich. Para graficarlo, expuso cifras: en 2015 hubo 96 policías muertos, mientras que el año pasado sólo 24. “Cuando se sienten más seguros actúan mejor”, indicó la ministra. (Télam)