Faurie: en Bolivia hay "una grave crisis institucional", pero no un golpe de Estado

Faurie: en Bolivia hay "una grave crisis institucional", pero no un golpe de Estado

El canciller argentino insistió en que las Fuerzas Armadas no intervinieron el gobierno sino que interactuaron con Morales para que renuncie.

Faurie: en Bolivia hay una grave crisis institucional, pero no un golpe de Estado AMBITO
12 Noviembre 2019

El canciller Jorge Faurie aseguró hoy que en Bolivia hay "una grave crisis institucional", pero no un golpe de Estado, y consideró que las Fuerzas Armadas de ese país tuvieron "una interacción" con el presidente Evo Morales en la que le "sugirieron" que renuncie, pero no una intromisión.

"Lo que hay en Bolivia es una grave crisis institucional", aseguró Faurie en diálogo con radio La Red, y recordó que el ex presidente boliviano "tenía un gran cuestionamiento social".

En una charla que alcanzó niveles de intensos contrapuntos, Faurie sostuvo que ese cuestionamiento social es lo que "motivó las protestas y llevó a las fuerzas policiales a acuartelarse para no reprimir, y a las Fuerzas Armadas a declararse prescindentes", manifestando que "la situación tenía que resolverla la clase política".

Al ser consultado respecto a si no consideraba que la situación en Bolivia era la de un golpe de Estado, el canciller sostuvo que eso supondría "que alguien es sustituido arbitrariamente, violando la Constitución y usurpando el poder", algo que consideró no ocurrió en Bolivia, informó Télam.

"Todos los que tenían que asumir el poder, fueron gradualmente renunciando: el presidente, el vicepresidente, la presidenta del Senado y el titular de la Cámara de Diputados", enumeró, y agregó que "ahora queda en la Asamblea Legislativa".

"El golpe de Estado supone que alguien asuma en el poder a la fuerza; en este caso, hubo una renuncia y asumiría alguien por Asamblea Legislativa", resumió.

Faurie insistió en que "el comando militar le propuso" a Evo Morales que presente su renuncia "por el bien" de los bolivianos, y calificó esta actitud como una "sugerencia", pero no como un golpe de Estado.

Comparó la situación en Bolivia con lo ocurrido en 2001 en la Argentina, durante el gobierno de Fernando de la Rúa, aunque reconoció que no hubo en esa ocasión "sugerencia militar" sino "opinión pública" contraria a la continuidad del gobierno.

Faurie insistió en que "los órganos previstos en la Constitución boliviana están autosucediéndose, cumpliendo con el mandato de su propia Constitución", y aseguró que desde Argentina están "abogando" por que las fuerzas de seguridad y armadas "cumplan con el rol que les compete".

En otro tramo de la charla, el canciller reconoció que esa "recomendación" que le hicieron las Fuerzas Armadas a Evo Morales para que presente su renuncia "no debiera haber ocurrido".

Luego, en un intercambio más encendido, Faurie dijo que "acá no hay ningún taparrabos" ideológico, utilizando la expresión introducida por el periodista, y que "los países tienen sus mecanismos para defender sus democracias", cualquiera sea su bandera política.

Faurie aseguró además que en Bolivia "no hubo respeto por el acto eleccionario ni por la voluntad de los ciudadanos", y que por ese motivo "hubo una insurrección popular por considerar que hubo fraude", y que lo que hicieron las Fuerzas Armadas fue plantear que "no se podía sostener de esa forma" la situación y "sugerirle" a Evo Morales en un "dialogo" que renuncie, lo que finalmente sucedió.

"Hubo una interacción del presidente en ejercicio y el de las Fuerzas Armadas", resumió.

Dijo también que "no hay carátula de golpe de Estado que uno pueda aplicar en cualquier circunstancia, y que dé el mismo resultado para determinar si hubo o no golpe de Estado".

Finalmente, dijo que la Argentina está siguiendo "el reestablecimiento del orden constitucional de la presidencia de Evo Morales", y que la expectativa está puesta en lo que suceda a la tarde en la Asamblea Legislativa, que deberá definir un gobierno de transición, tras recordar que la mayoría de los legisladores responden al MAS, el partido de Evo Morales. 

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