Sin ser peyorativos con el rival, quienes estuvieron el viernes por la noche en el estadio “15 de Abril” podrían testificar que a Atlético le costó más irse de Santa Fe que ganarle a Unión: una hora y media después del 1-0, ya comenzado el sábado, el plantel seguía esperando a Guillermo Acosta para que orinara y cumpliera con el control antidoping.
En realidad, también se trataba de una salida atípica del plantel de la capital santafesina, algo parecido a un recreo en medio de la temporada de la Superliga. Como si la fecha FIFA del próximo fin de semana fuera un premio para un equipo que acababa de ganar cinco partidos seguidos y aumentó a 330 los minutos sin recibir goles, muchos jugadores aprovecharon para visitar a sus familias en Buenos Aires o sus lugares de residencias. Algunos egresaron del vestuario visitante con ropa de civil, sin la indumentaria del club, e incluso Gonzalo Castellani y Federico Bravo se dirigieron hasta la terminal de Santa Fe para tomarse, como cualquier hijo de vecino, el colectivo de las 00.50 hacia Retiro.
Sólo diez jugadores volvieron a Tucumán, donde el plantel volverá a entrenarse mañana por la tarde, y uno de ellos fue el héroe trágico del viernes, Augusto Lotti. La única mala noticia de Atlético en esta borrachera triunfal de cinco triunfos seguidos es realmente muy mala: la lesión del delantero que en los dos partidos en Santa Fe, contra Colón el sábado pasado y Unión este viernes, convirtió un gol y medio -el 1 a 0 ante el campeón-subcampeón de la Copa Sudamericana y la asistencia a Leandro Díaz de antenoche-.
“El lunes -por mañana- me hacen los estudios. Puede ser un esguince o la rotura de ligamentos internos”, informó el propio Lotti a LG Deportiva, de buen humor pero con una férula protegiéndole la rodilla derecha. La lesión había sensibilizado hasta al árbitro Néstor Pitana, quien, enterado de la dificultad del delantero para caminar, se acercó al vestuario para consolarlo.
El tema es que Lotti, como mínimo, no volverá a jugar hasta 2020: los esguinces de rodilla suelen tardar dos meses de recuperación, por lo que seguro se pierde los próximos tres partidos que quedan de acá a fin de año, ante San Lorenzo, Estudiantes y Newell’s. Pero si llega a confirmarse la rotura de ligamentos internos, el delantero tendrá que estar cuatro meses inactivo, por lo que es una posibilidad que ya no juegue el resto de la Superliga, que finalizará el primer fin de semana de marzo.
“Me sentía contento por cómo estaba jugando, al fin se me estaban dando las cosas, así que lástima la lesión. Lo bueno es que el equipo está cada vez mejor y ya estamos en el lote de arriba, que siempre fue la idea”, agregó Lotti, de buen humor pese a la lesión, al punto que se rió cuando el cronista de Paso a Paso, el programa de TyC Sports, le recordó que Atlético no ganaba cinco partidos seguidos desde 1975, “cuando todavía no había nacido (Cristian) Lucchetti”. “Uh, entonces había televisión en blanco y negro”, respondió Lotti entre risas.
El parate de la fecha FIFA, al menos, servirá para que Javier Toledo, que sufrió un desgarro de cinco milímetros ante Colón -y además había acumulado cinco amonestaciones-, pueda reaparecer contra San Lorenzo el sábado 23 desde las 21.45. También regresará al equipo Bruno Bianchi, que cumplió su suspensión y ante Unión fue bien reemplazado por Dylan Gissi.
“Desde atrás nos sentíamos seguros, creíamos que no nos podían entrar -dijo el ex defensor de Central y Patronato-. Siempre trabajamos para estar arriba y tuvimos los mismos objetivos, pero ahora se nos abrió el arco. Tenemos 15 días para trabajar el partido contra San Lorenzo”.
Otro de los jugadores que habitualmente no son titulares y aprovecharon su oportunidad fue Castellani, que posiblemente sea el reemplazante de Lotti ante San Lorenzo. “Después de algunos partidos sin jugar desde el comienzo, me costó un poco desde lo físico pero también me sentí cómodo y pude participar en la jugada del gol -dijo el ex Boca y San Lorenzo-. Vi que Augusto pasaba como una flecha y sólo tuve que pasársela. Nos habían mostrado videos de Unión de cómo aprovechar los contraataques y por suerte lo hicimos: somos un equipo directo y con efectividad”.
Acaso la palabra justa, como su juego, fue propiedad de Ariel Rojas, el hombre que junto con Cristian Erbes simbolizan la recuperación de este Atlético histórico: cuando ellos encontraron su nivel, el equipo pasó a ganar un partido detrás de otro. “Cinco victorias seguidas son buenas, pero no hay que confiarse, hay que seguir trabajando. A pesar de que habíamos arrancado mal, el objetivo siempre fue estar entre los cuatro de arriba. Ojalá terminemos el año, estos tres partidos que quedan, con ese objetivo cumplido”.
Mañana, ensayo
Luego de los días libres que les dio el cuerpo técnico, los jugadores volverán a los entrenamientos mañana por la tarde en el complejo de Ojo de Agua.
Un punto de 18
Las inferiores tuvieron una pésima jornada ante Vélez: perdió la Cuarta (0-1), la Sexta (0-5), la Séptima (0-1), la Octava (0-8) y la Novena (1-4). La Quinta salvó el día: 1-1.