Una de las máximas glorias de la historia de Atlético, Mario Jorge Alvarez, murió esta madruga de un infarto en la ciudad de Choele Choel (Río Negro), donde se encontraba radicado desde hace años. Sus restos están siendo velados en el gimnasio del club Sportsman, donde hizo sus primeros pasos como deportista.
"Cota" fue un grande. Y su paso por la entidad de 25 de Mayo y Chile es muy recordado por los hinchas. Es que a pesar de haber jugado sólo la temporada 1997/98, Alvarez hizo suficiente como para ganarse un lugar en la historia grande de la entidad de Barrio Norte.
Los memoriosos recuerdan que Alvarez llegó al club por iniciativa de Salvador Ragusa, que en ese entonces era el técnico del plantel profesional. A pesar de que había tenido buenos rendimientos en Olimpo de Bahía Blanca, su llegada al club se concretó en medio de una indiferencia generalizada.
Sin embargo, durante los amistosos de pretemporada que el plantel “decano” realizó en Lozano (Jujuy), el oriundo de Choele Choel empezó a mostrar la capacidad goleadora que lo volvió temible para las defensas adversarias.
En la cuenta oficial del "Decano" en Twitter, el club puso: "Atlético Tucumán lamenta el fallecimiento del querido Mario "Cota" Álvarez, goleador y gloria de nuestro club en la década del 90 y principios del 2000. El pueblo Decano abraza con dolor a sus familiares y amigos".
El Club Atlético Tucumán lamenta el fallecimiento del querido Mario "Cota" Ãlvarez, goleador y gloria de nuestro club en la década del 90 y principios del 2000.
— Atlético Tucumán Of. (@ATOficial) 9 de noviembre de 2019
El pueblo Decano abraza con dolor a sus familiares y amigos. pic.twitter.com/4RB1ovPI2K
Su última charla con LA GACETA
En una nota que publicó este diario en mayo de este año, el jugador reconoció que el paso por Atlético fue lo mejor que le pasó en la vida. “La primera temporada que jugué allí me será inolvidable por todo lo que viví, tanto en lo deportivo como en lo afectivo. El rendimiento que tuve en Atlético me permitió irme a jugar a Pumas de México, algo que era impensado cuando arribé al club. Pero lo que también me marcó para siempre fue el cariño de la gente. Pude comprobar que sigue intacto hace pocos años, cuando viajé a Tucumán para visitar a los amigos que dejé allí y que me ayudaron mucho en los primeros tiempos en el club, especialmente Néstor Usandivaras, un hermano de la vida”, dijo en aquella oportunidad.
A la hora de elegir un momento de festejo en el club, Álvarez recordó aquel partido de la temporada 1997/98 que jugaron con Douglas Haig de Pergamino. “Ibamos igualando 0-0, cuando a los 44 minutos del segundo tiempo metí un gol. Pero la alegría nos duró poco, porque un minuto después nos empataron. Cuando parecía que ellos se llevarían un punto a Pergamino, a los 48’ puse el 2-1 por medio de un penal”, relató.
Su último homenaje
Hace poco, en junio, "Cota" había cumplido 50 años y sus amigos le organizaron un partido despedida. Fue en el estadio de Sportsman Club, donde se inició futbolísticamente.