Por Florencia Bringas
27 Octubre 2019
Seguro están en tu cocina. Las usás y hasta sabés que hacen bien. Pero hay todo un mundo oculto detrás de cada una de las especias. Porque todas son terapéuticas, asegura Ana Taboada, médica ayurvédica. Pero es importante conocer cada una de ellas y quién va a recibirla. Y hay que saber cómo se las usa, en qué dosis y en qué presentación: en infusión, en una cocción, fresca o en polvo, detalla la especialista tucumana.
“Los pilares de la medicina ayurveda son la alimentación, la actividad física y la armonización mental”, explica Taboada, que se recibió en la Facultad de Medicina de la UNT y se especializó en esta práctica milenaria en la UBA y en la India. Luego, cuenta que quienes ejercen su especialidad estudian los sabores de cada una; si producen frío o calor al digerirse, o los efectos de combinar una especia fresca y otra seca, además de otros tantos saberes.
Beneficios
“Cada una de las especias trabaja sobre un área diferente y por ello les damos importancia, más allá de tenerlas en la cocina. En su estudio, nos concentramos también en la persona a la que se le va a dar. Porque así como son terapéuticas, también pueden hacer mal. Hay que saber cómo usarlas y en qué dosis”, resalta la médica del centro Sankalpa. Para demostrarlo, ejemplifica que el jengibre -una especia muy usada en esta especialidad- es un excelente antimicrobiano, antiinflamatorio; es ideal para trabajar contra bacterias, infecciones, dolores de garganta, rinitis y gripe. Su picor -especifica- evita la producción de mucosidad, ayuda a la digestión y baja la fiebre, porque desintoxica la sangre y ayuda a liberar calor. Pero si se le da jengibre a una persona con acidez, se empeora su cuadro.
Por otra parte, la ayurveda presta especial atención a las especias carminativas o digestivas, que evitan la formación de gases, y que son buenas para pacientes con distensión abdominal o colon irritable. ¿Y cuáles son? Las semillas de cardamomo, hinojo, coriandro y comino. Se utiliza muy poco de cada una -explica- en infusiones o en el principio de una cocción.
“Las carminativas son ideales cuando se cocinan legumbres o cereales; granos que te producen inflamaciones. Estas especias ayudan a que eso no suceda. Sin embargo, el comino tiene un efecto contrario si se lo usa en dosis grandes: produce indigestión. A algunas personas les pasa cuando comen empanadas”, añade.
En detalle
• El clavo de olor es excelente para dolores de muela y para evitar caries. Se mastica un solo clavo. Es un potente anestésico.
• La cúrcuma también se usa mucho contra la artritis. Con ella se hace una “leche dorada” (ver receta), ideal para bajar la inflamación. Sirve también para lesiones en la mucosa del estómago (si se tiene acidez o gastritis) y contra el dolor de garganta. Se la puede usar en las comidas, pero también externamente en heridas, cortes, quemaduras, esguinces, hemorroides y orzuelos.
• El ajo es un excelente antimicrobiano, y masticar ajo negro en ayunas ayuda a controlar la hipertensión arterial. También se lo utiliza contra la candidiasis. Pero si lo consume una persona con gastritis, puede ser muy malo. Hasta afecta el carácter, porque genera irritabilidad.
• El romero, el orégano y el laurel son expectorantes y reducen la mucosidad. Ideales para el invierno.
• La canela es muy buena como afrodisíaca y es antiinflamatoria. Sirve para tés. También se la utiliza para calmar dolores de garganta.
• Especias picantes, como la mostaza en grano, la pimienta o el jengibre, ayuda a acelerar el metabolismo. Se las recomienda a pacientes que necesitan bajar de peso. Son potentes antimicrobianos, que desintoxican la sangre. Se utilizan para una cocción o en una infusión.
Combinaciones para sanar
- Para disminuir la inflamación intestinal: hervir en medio litro de agua una cucharadita (tamaño té) de semillas de hinojo, cardamomo, jengibre y coriandro durante 10 minutos. Beber calentito.
- Para el dolor de garganta: mezclar una cucharadita de jengibre en polvo, cúrcuma y miel hasta hacer una pasta y llevar a la heladera 10 minutos para que endurezca. Luego hacer pelotitas como caramelos, para chupar.
- Para desinflamar: preparar leche de cúrcuma. El paso previo es llevar a ebullición 100 g de cúrcuma, 10 g de pimienta negra recién molida y 500 ml de agua. Remover constantemente y deja reducir el líquido hasta que quede una pasta relativamente espesa. Guardarla en heladera. Para elaborar la leche dorada mezclar 1 cucharada de leche de coco con 1 taza de leche de almendras o soja y 1 cucharadita de pasta de cúrcuma. Calentar la mezcla y, cuando la pasta se haya disuelto bien, endulzar a gusto.
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