En su partido más importante, luchó hasta el final. Empujó todo lo que pudo hasta que su cuerpo ya no dio más. En las últimas horas, Benjamín "Dipy" Romano se convirtió en el guerrero que Universitario no olvidará jamás. Tenía 20 años y desde hacía cinco que luchaba con un tumor óseo que lo había llevado a pedir que le amputaran una pierna en 2015.
Con un emotivo mensaje en la cuenta de Instagram de "Uni", amigos y compañeros de lo despidieron entre recuerdos y deseos de un descanso eterno.
Su historia de vida había conmovido al mundo del rugby después de que se conociera que sus compañeros de división habían decidido raparse la cabeza, para acompañarlo en su proceso de quimiterapia.
Video tomado de LANACION.com.ar
En una nota concedida al diario La Nación, "Dipy" contó que "me golpeo la rodilla derecha y me ponen una férula para inmovilizarla y que se recupere más rápido. Ahí me empieza a doler la pierna izquierda. Me daban ibuprofeno, calmantes, pero llegó un momento en el que me dolía más la pierna izquierda que la derecha. Entonces, mi médico decide hacerme una tomografía y sale que tenía un tumor en la tibia que se llama osteosarcoma.
El tumor óseo ataca los huesos largos del cuerpo y es uno de los cánceres más comunes entre niños y adolescentes.
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A partir de ahí comenzó un tratamiento y una serie de complejas cirugías, que buscaban atacar el cáncer e implantarle un hueso sustituto. Pero lo único que consiguió fue un sufrimiento físico que lo llevó a pedirle a los médicos que le amputaran la pierna. Tenía 16 años.
Familiares y amigos lo despedirán hasta las 17, en pasaje Padilla 18, sala D. Sus restos descansarán en el cementerio Parque de la Paz
Después de decenas de rehabilitaciones consiguió dar los primeros pasos con una prótesis y cumplió uno de sus sueños: viajar a Bariloche con sus compañeros de colegio.
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Eso sí, nunca dejó de asistir a los entrenamientos de su división y se convirtió en el jugador N° 16. Incluso volvió a correr casi al lado de sus amigos de toda la vida.
En los últimos meses, su estado de salud se fue deteriorando y las complicaciones fueron minando su vida. En el tramo final, "Dipy" se dedicó a mostrarle a sus seres queridos a sobreponerse a las adversidades; a caer una vez más para levantarse con más fuerza. El rugby tucumano perdió a uno de sus guerreros, esos que dejan una huella inmortal.