GUAYAQUIL, Ecuador.- El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, se mudó con su gobierno a Guayaquil. El mandatario se mostró a la cabeza de una reunión con autoridades del gobierno, el Poder Legislativo y la Justicia, después de haber abandonado la sede del Poder Ejecutivo en Quito, una ciudad sitiada por los movimientos indígenas que se rebelaron contra las medidas de ajuste económico acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El retiro de la sede del gobierno desde Quito a Guayaquil se hizo el lunes a la noche, cuando comenzó a llegar a la capital el grueso de representantes y activistas de las comunidades indígenas que encabezan la reacción contra el aumento del precio de los combustibles decidido la semana pasada por el presidente, en acuerdo con el FMI.
La medida mereció el inmediato rechazo de indígenas, transportistas, sindicatos y público, a la vez que dio paso a una serie de violentas protestas y enfrentamientos con la policía, con algunos actos de vandalismo y el resultado de dos muertos y 500 detenidos.
Moreno dijo en varias ocasiones que no dará marcha atrás con su decisión y acusó a los seguidores del ex presidente Rafael Correa de orquestar las protestas. “Es el correísmo organizado”, dijo un portavoz del gobierno, quien sin embargo no dio ninguna prueba de la supuesta conspiración en marcha. Correa pidió que se adelanten las elecciones para garantizar la paz entre ecuatorianos.
El jueves, Moreno impuso el estado de excepción ante la huelga en el transporte público, que reclamaba por el aumento en el precio del combustible.
Andrés Michelena, ministro de Telecomunicaciones, dijo que está abierto un llamado oficial al diálogo y que se ha logrado que Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal trabajen en una mesa de negociación con el sector indígena, pero que Moreno no volverá a la capital hasta que no haya condiciones.
“Si el sector indígena ha decidido estar en Quito, que lo haga de forma pacífica, en el momento en que haya las condiciones necesarias para que no exista derramamiento de sangre, el presidente volverá a la ciudad de Quito”, apuntó.
En medio de las tensión creciente, un grupo de manifestantes indígenas tomó brevemente la Asamblea (Poder Legislativo) de Ecuador, hasta que fueron desalojados por la fuerza pública, con gases lacrimógenos.
María Blanca Chancoso Sánchez, cofundadora de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y una de los miles de manifestantes que llegaron a Quito, advirtió que no volverán a sus casas ni abandonarán las protestas “hasta que no retiren el paquetazo económico”.
“Las experiencias que vivimos nos enseñaron que podemos forzar la caída de gobiernos, pero si las medidas siguen, no sirve de nada; sólo vamos a retroceder si se eliminan las medidas; pedimos el retiro del paquetazo económico, no la renuncia de Moreno”, explicó.
Chancoso, presidenta de la Confederación Kichwa del Ecuador, marchó con miles de miembros de las comunidades -que representan de 7% de la población nacional y son uno de los sectores civiles mejor organizados- desde el norte del territorio y ayer se preparaba para decidir en asamblea “con 30.000 indígenas” cuál será el próximo paso. (Télam-Reuters)