Por Luis Duarte
06 Octubre 2019
ZONA CERRADA. Vecinos observan el trabajo de los equipos judiciales y el desarrollo del operativo policial en la cuadra de Fortunata García al 700.
El muchacho estaba tirado en el asfalto, pegado al cordón cuneta de la calle Fortunata García al 700, en el sur de la capital. Un manchón de sangre se esparcía entre el suelo y el cuerpo, marcando el tiempo que había transcurrido desde la caída en el lugar. Tenía 18 años. Fue hallado sin vida ayer, alrededor de las 7, y presentaba una herida de arma de fuego en la espalda.
Durante la madrugada no se habían sentido ruidos o gritos que movilizara al vecindario, según varios testimonios. Es más, muchos vecinos se toparon a primera hora del día con el procedimiento de la Policía y del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF): la carpa sobre el cuerpo, una zona cerrada y los vehículos oficiales cortando el tránsito vehicular frente a la plazoleta. Sin embargo, un llamado realizado por la noche había alertado previamente al sistema de emergencias 911 sobre la presencia de un muchacho tirado en la vía pública, de acuerdo a datos judiciales.
La víctima fue identificada como Yonathan Emanuel Rodríguez, quien yacía con un disparo en el sector del omóplato. En la Policía informaron luego que Rodríguez había estado alojado en el Instituto Roca hace poco tiempo y que contaba con antecedentes delictivos.
Reunión, alcohol, paseo
PRUEBAS. La mancha de sangre marca el lugar donde estaba el cuerpo.
En la investigación, a cargo de la División Homicidios de la fuerza de seguridad, se pudo determinar que Rodríguez había estado tomando bebidas alcohólicas, junto con algunos amigos, en su casa la noche anterior. Cerca de las 23.30, había salido con uno de ellos en una motocicleta. En el entorno familiar remarcaron que Rodríguez no tenía o no usaba una moto.
La hipótesis que manejaron los pesquisas, con base a las primeras averiguaciones de la jornada, era que los dos jóvenes habían cometido o intentado concretar un robo. Ante ello, la persona que podría haber sido atacada, reaccionó y disparó contra ambos. Al intentar huir, Rodríguez habría recibido el disparo mortal y cayó del rodado. Por eso, no se descartaba ayer que otro vehículo pudiera haber participado en el incidente.
Christian Peralta, jefe de Homicidios, informó que horas después del crimen se logró dar con el joven que conducía la motocicleta y con el rodado. Este realizó las primeras declaraciones ante los investigadores.
Entre otras medidas, los peritos marcaron varias líneas en el asfalto marcando la dirección, al parecer de un posible arrastre. En el medio de esa figura, de alrededor de 30 metros, se encontraba la mancha de sangre. Voceros de la fuerza de seguridad relataron que el joven interceptado tendría signos de arrastre en el cuerpo.
Extraño silencio
ENTORNO. Rodríguez tenía 18 años y vivía con su madre y dos hermanos.
“Cuando nos levantamos, ya habían instalado todo. Estaba la Policía. Lo que nos sorprende es que no hayamos escuchado nada de nada. Acá, muchas veces se reúnen en la plaza, los chicos ponen música en los autos. Esta vez, no sentimos nada. No había ni siquiera una moto”, expresó Laura Fernández, quien vive en una casa ubicada a lado del sitio del hallazgo. “Los fines de semana suele haber más movimiento de autos y motos. Pero, en particular, anoche estaba muy tranquilo”, agregó.
La mujer hizo hincapié también en que en la zona se habían registrado robos en la calle. No obstante, “no se observa peleas entre bandas”, aclaró.
Poco se sabía en la cuadra. Otros vecinos coincidieron con la mujer, al afirmar que no habían advertido algún ruido o disparos en ese punto de la capital.
Los primeros familiares se presentaron a media mañana en la Morgue Judicial, ubicada a pocas cuadras de Fortunata García al 700. Pero hasta ese momento no habían recibido información respecto de las causas de la muerte.
“Cuando me levanté, vi una foto de él (por Yonathan) en Facebook. No entendía nada. Al poco tiempo eliminaron la imagen. Creía que era mentira porque borraron la foto. Decía: ‘descansa en paz’, pero nada sobre las causas de la muerte”, contó Emilse Rodríguez, la prima.
“Tienen que saber (por la Policía) con quién estaba anoche, si estaba solo. Andaba con un grupo de otro barrio hace tiempo”, señaló Karina Sánchez, tía política del joven.
La confusión de 2016
Rodríguez vivía cerca del barrio de Villa Amalia con su madre, dos hermanos y una sobrina. Hace cinco meses, había perdido uno de los hermanos. Suicidio. Tres años antes, había sido hallada muerta otra hermana, Daiana Maldonado, de 19 años,.
En diciembre de 2016, la familia protagonizó una protesta en la misma morgue judicial, debido a que habían velado y sepultado a cajón cerrado los restos de quien pensaron que era Daiana. El reclamo se inició cuando en la dependencia oficial les habían informaron que se habían confundido de persona y que quien estaba en el ataúd era el cadáver de un hombre, de 70 años.
“Emanuel estaba triste y con dolor por la muerte de sus dos hermanos. Lo publicaba en Facebook. Andaba en la calle”, describieron los familiares los últimos momentos del fallecido.
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