Antes del show: de la risa a la crisis

Antes del show: de la risa a la crisis

A nada del stand up, al elenco de “Persona” le robaron la computadora que había en el escenario.

CAMBIO DE PLANES. Luego de enterarse del robo, las especialistas en stand up no pararon de difundir a través de las redes sociales su malestar, como se puede ver en las imágenes. CAMBIO DE PLANES. Luego de enterarse del robo, las especialistas en stand up no pararon de difundir a través de las redes sociales su malestar, como se puede ver en las imágenes.
28 Septiembre 2019

El humor es clave para sobrellevar los problemas que surgen en la vida. Y más si hablamos de imprevistos tan insólitos como el que ocurrió en el show de stand up “Persona”.

Con una cita fijada para el jueves en el teatro Alberdi, las comediantes Malena Pichot, Ana Carolina, Vanesa Strauch y Charo López prometieron a los espectadores una noche de humor feminista y crítica social, pero “pasaron cosas” como ellas mismas se lamentan.

El hecho ocurrió a minutos de que el público ingresara. Con los últimos detalles técnicos listos, las artistas fueron al camarín para arreglarse y -al regresar- descubrieron que la notebook que tenían conectada en la sala ya no estaba.

Pese a los nervios de punta y una pata de su performance trunca, el grupo decidió salir igual a escena y arreglárselas, como en la vieja escuela, con improvisación. La situación se hizo viral gracias a las frustradas stories que publicaron las standaperas en sus cuentas de Instagram, los repost de sus fans y las bromas sobre el escenario. “¿Y la compu? ¿Dónde está la compu?”, recalcó Malena en pequeños impases entre chistes sobre menstruación, pañuelos verdes y taxistas metiches.

“Un besito para los que ahora ven mis fotos en bolas”, apuntó divertida Vanesa -dueña de la desaparecida Mac blanca- durante la despedida.

La denuncia policial fue presentada por Matías Vedelago, director administrativo del teatro, esa misma noche a las 22.30 en la seccional 1ª. Además, se pidieron las grabaciones de seguridad de la calle. “El teatro tiene una política de apertura y siempre priorizamos el acceso libre para todo el mundo. Esto es lamentable porque tendremos que repensar nuestro protocolo de seguridad y, por ejemplo, reforzar las controles de ingreso”, reflexiona el encargado.

Al margen de las risas que lograron pasar el amargo momento, el hurto sí sienta un antecedente para la vigilancia en esta clase de espacios. “En los teatros oficiales tendrían que instalarse cámaras de seguridad para tener constancia del ingreso a las salas y lo que ocurre ahí dentro”, comenta Jaime Mamaní, delegado general en Tucumán de la Asociación Argentina de Actores.

A la lista también se suma lo ocurrido con Pablo Angeli el 8 de septiembre. Cuando al regresar a su camarín para un cambio de vestuario en “I like Luly”, el actor encontró a un desconocido en el baño. Sin embargo, al desaparecer la persona su anécdota se convirtió en “la presencia de un espíritu con problemas gástricos”. También, en el 2004, el elenco de la obra “La escala humana” sufrió el robo de una parte de su vestuario en la sala Sótano de dicho teatro.

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