"Cazamicrobios" andan dando vueltas por la Casa Histórica
Así como en la memoria individual se dañan los recuerdos, con la memoria de los pueblos pasa lo mismo. Muchas veces, por desinterés o por desidia; otras porque muchos recuerdos “muerden”. Pero sabemos que -como dicen que dijo Confucio- “un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”. Es uno (aunque no el único) motivo por el que es crucial investigar y preservar la historia, y uno de los lugares donde eso ocurre son los museos. La noticia es que en “el más nuestro” las humanidades se encontraron con la microbiología para lograrlo.
Que ni el desinterés ni el olvido se ensañen con nuestra historia es desde hace años el trabajo de Cecilia Barrionuevo, especializada en la Universidad Complutense de Madrid en conservación de bienes culturales y responsable del laboratorio de preservación (donde también trabaja la museóloga Ana Oliva) del Museo Casa Histórica de la Independencia.
Allí cuidan que no sufran daño los “recuerdos” de los argentinos -técnicamente, el patrimonio del museo, que es mucho más rico que el que se puede exponer-; y si descubren que se han dañado, los restauran amorosamente.
“Hace poquito trabajé con una batea de madera antigua que nos donaron... estaba cuarteada y parte de ella se desarmaba en pedacitos. Pensé que podían ser hongos; la tuve en cuarentena, intenté consolidarla, pero... algo hay que no termina de estar bien”, cuenta Cecilia, a quien su trabajo exige (y obtiene) dedicación, precisión y paciencia. Paciencia, entre otras razones, porque cuesta conseguir insumos: “hay que pagarlos en dólares”, explica con ojos tristes. Dada la falta de presupuesto, llegan hasta donde pueden.
Micromundos
Pero pueden bastante, y han sumado una gran ayuda para conocer los más ínfimos detalles de “recuerdos” guardados en la Casa, como un trajecito que fue del gran Juan Bautista Alberdi.
En junio, con el Centro de Investigaciones y Servicios en Microscopía Electrónica (Cisme), dependiente de Conicet/UNT, arrancaron con un proyecto de investigación/servicio: investigadores del Cisme están estudiando microorganismos que recolectaron en la Sala de la Jura (que, recordemos, es la única original) y en la fachada, y en objetos históricos.
“Como microbióloga me resulta fascinante pensar que estos microbios (o sus antepasados) estuvieron en contacto con los próceres de la Independencia y que hoy, combinando ciencias sociales (Historia) con una tecnología del alta gama, como microscopios electrónicos, podemos descubrirlos”, cuenta entusiasmada Virginia Albarracín, directora del Cisme.
“Conocer cuáles son los microorganismos presentes en las piezas permite saber si hay alguno asociado con su estado (no sólo dañinos; también pueden ser beneficiosos) y ajustar los planes de conservación -añade Silvina Galván, biotecnóloga del Cisme-. Y de paso cambiar la concepción de que los microbios son malos”.
Estos estudios permiten además conocer microorganismos “urbanos” que no fueron estudiados hasta ahora, y esperan encontrar información valiosa y hasta nuevas especies (con aplicaciones noveles) de estos microbios.
Para todos los tucumanos
Otra de las patas del proyecto está a cargo de la fotógrafa Cecilia Gallardo, técnica del Cisme, y responsable de la fototeca donde se guarda todo el material gráfico que se obtiene al registrar lo que descubren los microscopios. El sueño es poder poner on line ese tesoro. Pero, por de pronto, hoy desde las 20, en el marco de la Semana de la Ciencia y la Tecnología, sobre el frente de la Casa Histórica proyectarán, con la técnica de 3Dmapping, microfotografías de los diminutos habitantes de la Casa, que es la casa de todos.
Trandisciplina para preservar
“Trabajamos con elementos antiguos, materiales diversos... Para cuidarlos a todos hace falta que intervengan muchas disciplinas”, dice Cecilia Barrionuevo, y cuenta que, por ejemplo, pidieron a entomólogos del Lillo que buscaran termiteros y hormigas, que dañaban maderas. “Hay muchos profesionales (químicos y licenciados en Artes plásticas, sin ir más lejos) que ni siquiera imaginan que esta orientación puede ser una muy importante salida laboral”, añadió.