Hasta hace unos años en Argentina no existía el derecho a la identidad y para la sociedad la adopción era un tema tabú. Mucho más si se trataba de apropiaciones ilegales.
Hoy esto ha cambiado y el derecho a la identidad es algo fundamental para la vida de las personas. “Desde el punto de vista legal es algo que se respeta mucho. Cuando hablamos de adopción, se valora el derecho desde niños a conocer sus orígenes”, explica el vocal de la Cámara de Familia, Hugo Rojas.
Según su experiencia, la mayoría de las familias que hoy adoptan hijos les dicen la verdad a los chicos. “Toda persona que se inscribe para adoptar un hijo asume el compromiso de revelarle su verdadera identidad. Lo aconsejable es que lo hagan cuando son pequeños”, explica. El derecho a conocer los orígenes está garantizado por el código civil. Es más, los chicos adoptados pueden acceder a sus propios expedientes cuando tengan “la edad y el grado de madurez suficiente”. Y esto suele evaluarlo un juez.
“Lo que incorporó el nuevo código civil y comercial civil vigente es la acción autónoma a fines de conocer los orígenes. Y establece que el adolescente (13 años) está facultado para iniciar esta acción autónoma. Es decir, si un chico se entera que alguien podría ser su padre tiene el derecho de solicitar un ADN a los fines de definir su identidad biológica, sin modificar su estado de adopción”, explica Rojas.