El parque 9 de Julio, patrimonio histórico y cultural de los tucumanos, está acorralado por la inseguridad. Luego del pedido urgente de la directora de Espacios Verdes, Valeria Amaya, la Policía y la Municipalidad de la capital cosensuaron ayer reforzar las medidas de seguridad en ese solar.
Los paseantes y los ocupantes asisten al predio con temor y exigen que haya más custodia policial en cada sector. Sebastián Canto, quien tiene su puesto de venta de golosinas sobre la avenida Soldati, dijo que hace siete meses decidió trasladarse porque en el interior del parque había sufrido varios robos. “Se ven los arrebatos. Ojalá pongan más policías para que disminuyan los ataques. La Policía tiene que actuar más”, reclamó el cuentapropista. “Yo ya ubico a los que roban. Generalmente, son motochorros. Otros se mueven a pie. Te roban el celular o la cartera y salen corriendo. Quizás, una solución sea poner policías municipales que caminen por todo el parque”, recomendó.
Julieta Corrales, estudiante de Psicología, opinó que la inseguridad no sólo se vincula con una decisión política, sino que responde más bien situación estructural y social. “Tiene muchas causas, y la gestión del Gobierno actual influye en el incremento de los delitos. Se nota la cantidad de robos, pero no es algo de lo que tenga la culpa una sola persona o de que la Policía no haga nada, a pesar de que son ineficientes. Es algo más complejo”, enfatizó la universitaria.
“Yo vivo aquí, frente al parque, y siempre aprovecho para salir a hacer deporte. Hay días tranquilos y otros en los que te enterás de los hechos. Los robos son constantes”, relató Iván Galván. “Me parece bueno que enrejen El Rosedal y que pongan cámaras de seguridad en todo el parque. Es necesario que haya más control policial, eso sí”, respaldó.
Galván contó que, a partir de las 18, se producen más arrebatos en ese punto de la ciudad. “La iluminación es algo que deberían tener en cuenta también. Es peligroso, tanto para gente deportista, como para los niños que vienen a jugar a la pelota”, agregó.
Mario García, profesor de Educación Física, contó que junto con dos profesoras de un instituto privado suelen llevar a algunos alumnos para que puedan dispersarse y disfrutar de un día al aire libre, pero que son cuidadosos a la hora de instalarse en el parque. “Elegimos una zona cercana a las avenidas o a los bares, justamente, debido a la inseguridad. Está todo muy feo, y pensamos, más que nada, en los chicos. Vimos algunas bicis policías, pero son pocas realmente. No hay nadie que te cuide”, destacó. “Queremos que haya más personal”, expresó.
Carolina Pedraza, entrenadora personal, puntualizó que durante los días feriados la presencia policial es masiva. Pidió, a la vez, que la protección sea de manera rutinaria. “El cuidado debería ser algo de todos los días, no cuando saben que vendrá mucha gente”, expresó.