Distintas voces remarcaron sus experiencias sobre el Congreso de Técnicos en Caña de Azúcar. Isabel Lima, investigadora del Departamento de Agricultura de EEUU (USDA), se sorprendió por la diferencia de lo que se ve en los ingenios de Louisiana. Explicó que es tanto lo que se produce que terminan apilando la caña en un galpón y tienen problemas con ese stock. “Acá es distinto y me parece bueno que caiga la caña y se vaya procesando”. “Y me encantó que nos alimentaran a cada rato”, remarcó entre risas. Apuntó que el bagazo en EEUU es más limpio y no se lo aprovecha todo, como en Argentina. “Y que se pueda aprovecharlo como energía, es bueno”, resaltó.
Por su lado, el Oscar Almazán del Olmo (92), doctor honoris causa de la Universidad de Oriente en Ciencias técnicas, y doctor en Ciencias Biológicas de Carolina de Praga, y con 57 años investigando los derivados de la caña de azúcar, resaltó que fue un Congreso polivalente e integral, porque todos los factores tuvieron su lugar. “Se hizo con una excelente organización y respeto al criterio de cada uno. El nivel técnico fue superlativo”, subrayó. Dijo que “está enamorado”, de las bellezas de Tucumán.
En tanto, en igual sentido, Boris Morgenroth, ingeniero industrial alemán, le gustó la organización que lo hizo sentir muy contenido “porque estaban siempre atentos” a sus necesidades, y por el intercambio con alumnos de distintos países. “Me gustaron los posters (trabajos técnicos) por su nivel de calidad y las experiencias industriales. Y también la comida”, remarcó.