A 80 años de la invasión nazi a Polonia, Varsovia no olvida y pide una reparación

A 80 años de la invasión nazi a Polonia, Varsovia no olvida y pide una reparación

Un día como hoy de 1939 comenzaba la Segunda Guerra Mundial.

MASACRE. En las primeras semanas murieron 70.000 soldados polacos. MASACRE. En las primeras semanas murieron 70.000 soldados polacos.
31 Agosto 2019

Hace 80 años, la invasión a Polonia por parte del III Reich dio inicio a la Segunda Guerra Mundial. El hecho dejó una huella profunda en el pueblo polaco, signado por sucesivas tragedias, que se siente orgulloso por la resistencia planteada contra el régimen genocida de Adolf Hitler, y que en la actualidad reclama a Alemania una reparación histórica por los daños que le provocó el nazismo.

El mundo nunca volvió a ser el mismo desde que las tropas alemanas ingresaron a Polonia, el 1 de septiembre de 1939, en una guerra relámpago que devastó a este país, el cual ahora forma parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El comienzo

La joven república polaca fue creada con antiguos territorios del imperio alemán, del imperio ruso y del imperio austrohúngaro.

Con el fin de tener acceso al mar Báltico, Polonia contaba con el “Corredor de Danzig”, de población mayoritariamente alemana), que dividía el antiguo territorio prusiano en dos: oriente y occidente.

Conocedor de las debilidades polacas, Hitler comienza en marzo de 1939 a exigir un corredor transversal que atravesara el corredor de Danzing, para unir los territorios prusianos por una franja extraterritorial de 30 metros de ancho.

Además de un pacto de 1934, que garantizaba la seguridad polaca frente a Alemania, Varsovia recibió el apoyo de Francia y de Gran Bretaña. Sin embargo, ninguno de estos países podía defender militarmente la soberanía polaca.

La propaganda alemana subrayaba que Hitler quería rescatar 1,5 millón de alemanes “oprimidos por la brutalidad polaca”.

A 80 años de la invasión nazi a Polonia, Varsovia no olvida y pide una reparación

El referente nazi Heinrich Himmler fabricó la excusa perfecta para declarar la guerra a Polonia: presos comunes alemanes y agentes de la SS disfrazados de soldados polacos atacaron una radio germana cerca de la frontera.

La reacción de Hitler fue brutal. Sin una declaración previa, la blitzkrieg (guerra relámpago mediante el uso de blindados) fue puesta en marcha por los alemanes a las 4.45 de la mañana, mediante la operación conocida como “Plan blanco”, con el objetivo de recuperar los territorios perdidos por Alemania durante la Primera Guerra Mundial.

El ataque se realizó desde tres flancos distintos: al norte desde Prusia oriental, al oeste desde Prusia occidental y por el sur desde Checoslovaquia.

Al final del 1 de septiembre de 1939, gracias a los tanques y a la aviación de la Luftwaffe, los alemanes ya habían conquistado la ciudad de Danzig.

Aun así, 16 días después de la incursión alemana, la caída de Polonia fue sellada con la invasión por parte de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Esto fue posible gracias al pacto de no agresión que habían firmado Stalin y Hitler, el 23 de agosto de 1939, que incluye además una cláusula secreta para repartirse Polonia.

El desarrollo

Tras ser dividida por nazis y bolcheviques, Polonia perdió a casi todo su Ejército, estimado en un millón de hombres, mientras su población civil, especialmente la de origen judío, que era importante, comenzaba a padecer la ocupación. En las primeras semanas de guerra murieron unos 70.000 soldados polacos, unos 130.000 fueron heridos y 700.000 fueron hechos prisioneros de alemanes o rusos.

Otros 80.000 lograron escapar hacia Rumanía y acabaron sumándose como tropa extranjera a los ejércitos de Francia y Reino Unido, mientras las pocas unidades que permanecieron en libertad en Polonia pasaban a la lucha clandestina.

Tras cinco semanas de resistencia, la rendición fue el 6 de octubre.

Dos días después de la la invasión de Polonia, Gran Bretaña y Francia le declararon la guerra a Hitler. “Vamos a la guerra porque nos la han impuesto, y no porque la hayamos pedido”, dijo el primer ministro francés, Edouar Daladier.

El primer ministro italiano, Benito Mussolini, a pesar de su pacto con Alemania nazi, no quiso entrar inmediatamente en la guerra. El presidente estadounidense, Franklin D. Roosevelt, dijo que Washington permanecería neutral en la contienda, a la que finalmente ingresó en diciembre de 1941, tras el ataque japonés a Pearl Harbour.

El final

Los años, el fin de la guerra fría y la incorporación de ambos países a la Unión Europea y la OTAN, abonaron la idea de que Alemania y Polonia habían dejado atrás el conflicto, pero esta situación cambió con la llegada al poder en Varsovia de conservadores y nacionalistas, que mantienen posiciones críticas con la UE y Berlín.

“Polonia no recibió una indemnización adecuada; perdimos seis millones de personas durante la Segunda Guerra Mundial, mucho más que otros estados que recibieron importantes reparaciones; no es justo, esto no puede seguir así”, volvió a sostener la semana pasada el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.

Esta cuestión ya había sido expuesta en 2017 por el jefe del partido conservador Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski. (Télam)

Comentarios