30 Agosto 2019
VUELVE A SU POSICIÓN. Acosta, en principio, volvería a jugar como volante por derecha, el domingo ante Arsenal. la gaceta / foto de Analía Jaramillo (archivo)
“Nos falta equilibrio”, fue una de las conclusiones que sacó Ricardo Zielinski tras la derrota ante Aldosivi. Quizás sin saberlo, lanzó una definición que parece ser la perfecta para este momento de Atlético. No sólo por el juego (del cual está muy al tanto) sino por los resultados que el “Decano” viene obteniendo: 16 partidos sin empates, de forma consecutiva. El equipo no conoce grises desde comienzos de año. O gana o pierde.
El último empate que registró el equipo fue en febrero cuando igualó 0 a 0 ante Argentinos, en el Monumental, durante la temporada pasada.
A partir de ahí, fue un derrotero de victorias y derrotas que -para colmo- tuvo más del segundo grupo. 11 caídas y apenas cinco victorias en el transcurso de seis meses de competencia.
El 2-1 ante Banfield, el 0-1 contra River, el 0-2 con Vélez, el 1-0 frente a Aldosivi, el 0-2 ante Huracán, el 2-3 y el 2-0 en la serie con Talleres, el 3-0 y el 4-1 en la de River y el 0-5 y el 0-1 cuando enfrentó a Tigre. Eso, en la temporada pasada, en la actual, el registro es el siguiente: el 1-2 ante Rosario Central, el 0-1 con Central Córdoba, el 1-0 a Godoy Cruz y el último 0-3 con Aldosivi. En el medio, su debut en la actual Copa Argentina fue con triunfo: 1-0 a Platense.
Una montaña rusa de emociones que jamás pudo andar de manera calma por un carril intermedio y no por subidas y bajadas (sobre todo estas últimas), tan pronunciadas.
Es curioso porque no es que Atlético “necesita” de un empate. Tampoco a eso se refería Zielinski con su frase. Es más, un empate ante Arsenal no dejará a nadie conforme pero el punto va más allá del resultado puntual del próximo partido.
Quizás un triunfo y un empate como visitante en esta Superliga, empiece a estabilizar un poco el humor de un equipo que un día puede ser muy bueno y al otro, pésimamente malo.
Claro, en el medio también tendrá su segundo partido en la Copa Argentina en la que el empate solo servirá si en los penales asegura la clasificación. Un triunfo el domingo, traerá alegría. Para el equilibrio habrá que esperar un poco más.
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