El candidato a presidente Alberto Fernández estuvo hoy al frente de un seminario en Buenos Aires y volvió a insistir en su voluntad de respetar los compromisos financieros que adquirió el país en los últimos años.
El peronista descartó cualquier posibilidad de default, pero advirtió que tanto si él gana las elecciones de octubre como si Macri continúa al frente de la presidencia, el país deberá repactar las condiciones de la deuda externa. Fernández buscó conservar la calma que mostraron los últimos días los mercados, luego del cimbronazo de la semana pasada tras el resultado de las PASO.
"Nadie puede querer el default como salida. Es una situación que nos atrasa", dijo hoy durante la charla. "Cuando yo hablo de volver a poner en marcha la economía (...) estoy hablando de conseguir los dólares para poder hacer frente a estas obligaciones", dijo.
"Y después tendremos que hablar con los acreedores para ver cómo resolvemos el tema, porque si Argentina hoy debiera pagar las obligaciones en las condiciones que está, difícilmente podría hacerlo".
Tras las primarias, que dejaron a Fernández como un firme candidato que podría incluso ganar en primera vuelta, el miedo a un incumplimiento de la deuda argentina se disparó en el mercado financiero, donde muchos temen que un eventual gobierno opositor al actual esté menos dispuesto a honrar la deuda, que creció considerablemente durante la gestión de Macri desde niveles ya abultados.
Las preocupaciones se basan en algunas declaraciones sobre el sistema financiero que hizo el peronista en la campaña electoral y en que su candidata a vicepresidenta es la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner, quien durante su gobierno tuvo un amargo conflicto con los acreedores de Argentina.
El mercado financiero doméstico tendía a mostrar hoy una mayor tranquilidad, tras días de fuertes pérdidas en los activos y una inusual depreciación de la moneda de hasta un 25%.
Además, la Argentina, tercera economía latinoamericana, atraviesa una recesión combinada con altas tasas de inflación desde una crisis de confianza que estalló el año pasado y llevó al gobierno de Macri a pedir un paquete de ayuda de U$S 57.000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Macri dijo hoy que una misión del organismo llegará al país la próxima semana, previo a la quinta revisión del acuerdo que, de aprobarse, implicará un nuevo desembolso por unos U$S 5.500 millones de dólares.
Los representantes del FMI se reunirán con el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, que en la semana aseguró que el Gobierno cumplirá con las metas acordadas con el organismo. (Reuters - especial)