La industria de la construcción, en jaque por la suba de precios
Los distintos actores de la construcción en Tucumán coinciden en una misma palabra: incertidumbre. La falta de certezas sobre cómo afectará el incremento de los precios de los materiales o la escasez de ciertos insumos que están atados al valor del dólar genera una mezcla endeble que pone en duda -aún más- la firmeza de una torre que viene tambaleándose desde hace tiempo.
Constructores, corredores inmobiliarios y obreros remarcaron que la devaluación del “lunes negro” complicó aún más el panorama del sector. Incluso, consideraron que no es descabellado pensar que se puede a llegar a paralizar si es que la economía no se estabiliza en el corto plazo.
“En Tucumán estamos viviendo una de las peores crisis de la construcción de la historia. Si a eso se le suman los efectos devaluatorios, nos están llevando a una situación extrema, casi a la paralización; hay una posibilidad de parate. En el contexto actual puede pasar cualquier cosa”, afirmó a este diario Jorge Garber, presidente de la Cámara Tucumana de la Construcción (CTC).
El ingeniero civil remarcó que el salto que tuvo la moneda norteamericana hace 10 días empujó hacia arriba los valores de los materiales de la construcción, principalmente el cemento, el hierro y el aluminio. “Hay algunos insumos que subieron 35%. También hay proveedores que no quieren vender porque no tienen precios. Y, a su vez, en el sector tenemos una depreciación de ese 35%”, analizó el titular de la CTC.
Futuro incierto
El presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Tucumán (CCIT), Fernando Guzmán, aseguró incluso que hay grandes corralones han sobrevalorado al menos un 50% los productos para protegerse dado que están trabajando con su stock, sin recibir nueva mercadería de las fábricas. “Eso afecta plenamente al consumo, afecta a toda la cadena”, se quejó.
Guzmán dijo que la falta de claridad económica que hay en las últimas semanas les impide tener certezas a los corredores inmobiliarios a la hora de tasar una propiedad ya que no pueden determinar el valor del metro cuadrado.
“Se están haciendo ventas por necesidad o porque ya se tasaron con aumento; son de las pocas operaciones que se están haciendo. Estamos esperando que esto se clarifique”, afirmó el tasador.
El corredor inmobiliario Rubén Bulacio, en tanto, coincidió con Guzmán y aseguró que los alquileres se mantienen por debajo de la inflación para que los inmuebles se mantengan ocupados. “Uno no puede pagar y al otro no le alcanza, pero tratamos de acercar posiciones”, aseguró.
El titular del CCIT consideró que mientras el país esté dentro una atmósfera complicada, todas las partes deben ceder un poco para que la rueda de la economía siga girando. “Si todos queremos seguir manteniendo la utilidad, va a haber precios insostenibles”, dijo. Además, estimó que los proyectos que estaban previstos antes de la devaluación se van a relentizar.
Sin trabajo y a la espera
De la mesa de la construcción, la pata de los obreros también expresó nerviosismo por la repercusión que puede haber en los proyectos en curso y a futuro. Además, remarcaron que la obra pública cayó de manera marcada y que, de lo que está en pie, es mayormente de la órbita provincial. “Hay 9.700 obreros activos que corren riesgo de perder su trabajo. El promedio (de mano de obra), entre público y privado, solía ser de 18.000. En la bolsa de trabajo en el gremio contamos con más de 6.000 compañeros anotados. Hay mucha incertidumbre”, explicó David Acosta, secretario de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina.