Preocupa la escalada de violencia entre “trapitos” en Barrio Norte

Preocupa la escalada de violencia entre “trapitos” en Barrio Norte

Un “cuidacoches” apuñaló a un colega en San Juan al 600.

Por Luciana Nadales y Gustavo Rodríguez 21 Agosto 2019

El domingo a las 18, cuando los niños seguían celebrando su día, en San Juan al 600 se produjo un violento episodio. Un trapito le dio tres puñaladas a un colega a metros de un local de comida rápida que a esa hora estaba repleto de gente. Al parecer, esta fue una nueva pelea por el dominio de los lugares para cobrar el estacionamiento, actividad que no está permitida y que nadie controla, según confirmaron desde la Policía y desde el municipio capitalino.

Roque Olivera, de 36 años, se presentó en la base de Dirección de Guardia Urbana para denunciar que su compañero Guillermo Morales (35) había sido gravemente herido por un desconocido. A los pocos minutos, un llamado del servicio 911 alertaba que al sanatorio de la zona había ingresado un hombre con tres heridas de arma blanca.

Los policías reunieron varios testimonios para sospechar que Olivera había sido autor del brutal ataque. Cuando fueron a buscarlo, intentó escapar, pero fue reducido en la esquina de Marcos Paz y Maipú. El herido terminó siendo trasladado al Centro de Salud donde aún se encuentra internado en estado reservado, según confiaron fuentes del centro asistencial.

Fernanda Décima, que vive en la cuadra, indicó que no sabía del incidente, pero reconoció que esa es una cuadra conflictiva. “Los fines de semana y los feriados se ponen muy densos estos personajes. Siempre se observa o se escucha alguna discusión importante porque la gente no les quiere pagar el servicio que supuestamente brindaron”, comentó.

“Fue una locura. Empezaron a pelearse porque uno le cobró a un automovilista que parece que lo había cuidado otro. Fue una pelea muy violenta. Primero empezaron con golpes y después uno sacó un cuchillito sierrita y le dio tres golpes. Nunca pensé que vería una escena así. No se puede creer el nivel de violencia que se vive ya en esta zona”, explicó Mario García, vecino de San Juan al 600.

Su pareja, Ester Rodríguez agregó: “lo más grave del caso es que había bastante gente en la zona, especialmente chicos. Fue un momento muy tenso porque parecía una pelea de animales. Muchos chicos se asustaron y abrazaron a sus padres por el miedo que tenían”.

Un problema

A los automovilistas también les preocupa el accionar de los “trapitos”. “Estamos cansados de estos personajes. Por los valores que se manejan, cada vez es más difícil dejar un auto en una guardería. Entonces, tenemos que salir a buscar estacionamiento en la calle y somos víctimas de estas personas que cobran lo que quieren. Y si no les pagás, tenés problemas”, señaló Fabiana Marengo.

Fernando Gianfrancisco agregó: “es una actividad que no tiene ningún tipo de control. Venís a trabajar y le tenés que pagar; salís a la noche u también le tenés que pagar; y vas a la cancha, a cualquiera de las dos, y hay que pagar. Lo más grave es que ya no es a ‘tu voluntad’. Si no tenés voluntad de pago, te putean o le hacen daño al auto. Esto es Tuculandia y a nadie le importa”.

Los consultados por LA GACETA coincidieron en señalar que hay “trapitos” en todos lados, pero en Barrio Norte se concentra el mayor número. “Evidentemente se aprovechan de que en ese sector de la ciudad hay mayor movimiento durante casi todo el día y existen muy pocas playas de estacionamiento. Por eso creen que tienen la obligación de cobrarte”, comentó María Jimena Videla.

“El tema es muy simple: el estacionamiento en las calles de la ciudad corresponde que sea controlado por la Municipalidad. Ellos, como hacen las multas a los que no cumplen con las normas, deberían erradicarlos. Y no se quieren hacer cargo de esa situación, al menos tendrían que organizarlos como era antes. Ya nadie se acuerda de que antes había personas que estaban perfectamente identificadas y vos sabías quiénes eran y qué se hacía con esa plata”, recordó Luisa de Merchant.

Un hecho común

El jefe de la Dirección de Guardia Urbana, José Labrín, reconoció que las peleas entre trapitos son frecuentes, pero no sólo en la capital, sino en toda la provincia. “Lo que pasó el domingo con estos chicos vive pasando en otros sectores. Especialmente los fines de semana se pelean por la zona. Se disputan las cuadras para trabajar”, indicó.

El comisario recalcó que estos tipos de incidentes se registran normalmente en los alrededores de las plazas Urquiza y Alberdi por la gran concentración de vehículos que hay en esos sectores de la ciudad. “Aprovechan los fines de semana y feriados para trabaja porque saben que hay más vehículos para cobrar estacionamiento. Por ejemplo, las peleas en Santa Fe, entre 25 de Mayo y Muñecas son comunes”, explicó. “Hay un hombre que raya los autos o causa algún destrozo si la persona no le paga. Hace tiempo que lo enfrentamos y tratamos de llegar a un buen diálogo pero es difícil. Es una persona muy agresiva. Como tenés gente así de violenta, también hay personas que no tienen otro trabajo y consiguen ingresos con esta actividad”, agregó.

El director de Guardia Urbana remarcó que ellos no son responsables de este tipo de hechos pero sí reciben denuncias de forma recurrente. “Seguimos un protocolo. Vamos al lugar y luego trasladamos el caso a la seccional 1ª y luego esa causa termina en la fiscalía que corresponda. Lamentablemente estamos al tanto de todos los casos, que son muchos, pero actuamos después; no es nuestra función controlar el estacionamiento en la calle”, concluyó.

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