Por Juan Manuel Asis
12 Agosto 2019
Casualidad, imposibilidad de viajar, o por lo que sea; el festejo central del Frente de Todos ayer corrió por cuenta de Alberto Fernández; sin Cristina al lado. La ex jefa de Estado es su principal socia, pero de imponerse en octubre, puede ser su principal adversaria en el espacio. En ese marco, el escenario y las palabras del candidato presidencial anticipan que, de ganar, va a respaldarse en los gobernadores del interior. Para el peronismo, eso tiene un significado más que claro: que en una eventual disputa de poder entre los integrantes del binomio presidencial, el “uno” apelará al aval institucional de los mandatarios justicialistas, lo que no es menor en una gestión que requerirá de muchas negociaciones y operadores en el Congreso, donde están, precisamente, los representantes de las provincias. No por nada Alberto mencionó repetidas veces a “Juan” (Manzur) como el referente de los gobernadores; alguien que supo decir en algún momento: “Cristina ya fue”.
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