El sonido de una piedra impactando en la chapa de un auto. Gritos. Un auto que aceleró a fondo. Una frenada estridente y un golpe seco. Más gritos. Una joven que sufrió la amputación de la pierna y su compañero, golpeado, tratando de escapar. El conductor, pálido, no dejaba de tomarse la cabeza. Ese fue la postal con la que se encontraron los vecinos del pasaje Díaz Vélez primera cuadra.
Así terminó un robo en el que la víctima decidió perseguir a la pareja de “motochorros” que habría pretendido asaltarlo. Esta historia tiene otro ingrediente: el supuesto asaltante había recuperado la libertad el lunes después de haber sido apresado por una causa de violencia de género, en la que la víctima fue ayer su cómplice.
Cerca de las 3, P.Z. (34 años) circulaba en su Peugeot 208 por Charcas y, al llegar a la esquina con el pasaje Díaz Vélez, desconocidos le arrojaron una piedra que impactó en el auto. Asustado, frenó la marcha. En ese momento, un joven ingresó al vehículo y, amenazándolo con un arma de fuego, pretendió quitarle sus pertenencias. La víctima se trabó en lucha y, después un intercambio de golpes, el delincuente escapó del interior del auto.
El sospechoso, según el parte policial, al no poder cumplir con su objetivo, corrió más de 10 metros y se subió a la moto en la que lo esperaba una mujer y huyeron por Díaz Vélez.
La víctima del robo decidió perseguirlos para detenerlos. Aceleró el auto y terminó embistiendo a la pareja a los pocos metros. La chica quedó tendida en el lugar, mientras que su cómplice escapó, pero fue detenido a las pocas cuadras. Los uniformados confirmaron que casi no podía caminar por los fuertes golpes que había sufrido en el impacto.
El conductor y el acusado del robo quedaron aprehendidos, mientras que la joven fue trasladada hasta el Centro de Salud, donde los médicos intentaban salvarle la otra pierna. Hasta el cierre de esta edición, los uniformados no pudieron encontrar el arma que supuestamente utilizó la pareja.
Los detenidos fueron trasladados hasta la seccional 1ª. Los efectivos confirmaron que M.M.A había estado detenido hasta el lunes por una causa de violencia de género. Lo había denunciado L.M, la joven que sufriría la amputación de la pierna en el hecho. El acusado de robo, habría sido detenido en varias oportunidades por ese mismo delito.
Un espanto
“Fue una cosa de locos. Esta es una zona tan insegura como cualquier otra de la ciudad. Pero jamás nos imaginábamos que seríamos testigos de un hecho así. La gente está muy cansada de que le roben y por eso pasan este tipo de cosas. Es muy fuerte salir de tu casa y ver a una chica sin su pierna, a otro corriendo y al dueño del auto a los gritos preguntando por qué”, dijo el vecino Marcos Pereyra.
Su esposa, María del Carmen, después de escucharlo, señaló: “esto es la consecuencia de lo que se ha transformado nuestra provincia. Ese chico reaccionó mal y ahora seguramente tendrá problemas legales. Y todo porque la gente está harta de esta situación”.
“La escena que presenciamos fue muy dura. La chica estaba en estado de shock. Creo que nunca se terminó de dar cuenta de lo que le había pasado. Mientras eso pasaba, los vecinos trataban de calmarlo al conductor porque se había mandado una macana”, agregó el vecino Luis Jiménez.
“Este es un contexto de violencia que preocupa y del que se ocupa permanentemente este Ministerio de Seguridad; trabajamos para dar soluciones”, explicó el subsecretario de Seguridad José Ardiles en el comunicado oficial del caso.
En el domicilio de P.Z, el conductor que quedó aprehendido por esta causa, no atendía nadie. Los vecinos sí dijeron que se trataba de un chico responsable y tranquilo. “No sabíamos nada de lo que había sucedido. En esta provincia, por culpa de la inseguridad, puede pasar cualquier cosa. Es tremendo lo que está pasando. Este chico ahora quizás termine en la cárcel porque tuvo una mala reacción. Es tristísimo todo esto”, indicó Mario, que prefirió no dar a conocer su apellido.