En los asentamientos se registraron ataques y saqueos de trenes, denunciaron en Nación
En las últimas dos semanas, se produjeron cuatro casos contra la formación del Belgrano Cargas, al salir o al ingresar de la capital. El presidente de Trenes Argentinos Cargas dijo que “es necesario que las jurisdicciones de la provincia protejan a las formaciones”. Contraron policías adicionales.
Los asentamientos cerca de las vías se han convertido en “zonas peligrosas” para el paso del tren de cargas, advierten en la Nación. Es que en esos sectores las formaciones han sufrido ataques violentos y saqueos. Si bien son hechos que se venían registrado años atrás, esta situación se ha acentuado y ha generado preocupación en las últimas dos semanas: hubo cuatro embestidas de residentes al Belgrano Cargas, al salir e ingresar a la capital.
Así lo denunció Trenes Argentinos Cargas, empresa estatal administradora del sistema ferroviario nacional, que confirmó la contratación de policías adicionales para poder custodiar la entrada y salida del convoy de San Miguel de Tucumán. “Estamos muy preocupados por estas continuas agresiones a nuestras formaciones. Tucumán necesita del tren de cargas, pero para eso es necesario que las jurisdicciones de la provincia también lo protejan y que no permitan que este tipo de acontecimientos sigan sucediendo. El tren es fundamental para el desarrollo de las economías regionales y el trabajo de los argentinos”, expresó ayer a LA GACETA Ezequiel Lemos, presidente de la compañía.
Según se informó, en 2017 la empresa había adquirido los servicios de la agencia de seguridad privada SUAT SRL. Bajo ese convenio, dispusieron el “acompañamiento mixto”, que establecía seis vigiladores que iban sobre la formación y estaban dotados de equipos de protección y escopetas con munición de postas de goma antitumultos. Además, contemplaban tres motociclistas que “operaban desde tierra, cubriendo los pasos a nivel y acudiendo en apoyo de la formación, si por alguna causa quedaba detenida en un sector crítico”.
En esa época, cuando el tren era atacado, se solicitaba apoyo al sistema 911. “(Hubo) resultados poco satisfactorios. Hasta mediados de 2018, la Policía de Tucumán ejercía una labor fragmentada y poco eficaz. Cuando concurrían en apoyo de las formaciones, generalmente, llegaban tarde, en momentos en que el saqueo ya se había consumado. Sólo se dispersaba a la gente para que el tren pudiera continuar”, explicó la firma nacional en un comunicado.
Adicionales
“Es una circunstancia compleja, debido a que se han instalado tantas casas al margen de la vía. Ahora, pasó a mayores. Las acciones son obstruir las vías para que el tren pare y descarrile. Por eso, la empresa contrató servicio adicional policial para reforzar la custodia”, dijo Luis Ibáñez, secretario de Seguridad de la provincia.
Según el funcionario, grupos de vecinos concretan esos avances: “no llegan de otros lados, son residentes de las vías”.
A partir del jueves pasado, Trenes Argentinos cuenta con 12 efectivos que se movilizan en patrulleros y motos, además de un equipo que viaja arriba del tren. “Si bien se registran algunas tentativas de ataques y saqueos, no se volvió a perder mercadería”, aclaró la firma estatal.
Las formaciones se trasladan desde la capital tucumana hasta Metán, en Salta. La frecuencia es una entrada a la ciudad y una salida hacia esa localidad por día, llevando piedra, clinker (producto del horno donde se calcinan arcilla y piedra caliza, que se muele para fabricar cemento portland), azúcar o poroto de distintos clientes privados, como Ledesma, UCSA u Holcim.
Las últimas agresiones
Miércoles 24 de julio
Ataque en zona de avenida Líbano
Alrededor de las 21.30, la formación 9090 del Belgrano Cargas quedó detenida a unos 200 metros del paso a nivel de avenida República del Líbano (foto), en la capital. La Policía y el personal de seguridad privada que custodiaba la formación descendió para proteger a los conductores y trataron de “reponer las llaves de freno cerradas y las mangas de aire (mecanismos del tren) que habían sido cortadas a machetazos”. Los agentes fueron rodeados por personas de los asentamientos aledaños a las vías. Según describió la empresa Trenes Argentinos, los residentes “agredieron a los empleados, arrojando piedras, botellas de vidrio y palos, entre otros elementos”. Intervino en ese momento, efectivos del Grupo de Operaciones Motorizado (GOMT). De acuerdo con un comunicado oficial, el personal ferroviario fue trasladado a la estación Central Córdoba (CC). “El convoy no llevaba carga, por lo que no se registró pérdida de mercadería, pero sí hubo que lamentar lesiones diversas en el personal ferroviario y en efectivos de la Policía”, dijo la empresa administradora.
Domingo 28 de julio
Ataque en San Felipe
La formación 5004, con vagones cargados de mercadería, salió pasadas las 19 y se movilizó por la zona sur de la capital. Uno de sus vagones descarriló a la altura de la comuna de San Felipe, sin generar riesgo para las casillas ubicadas al costado de las vías. Mientras se realizaban las maniobras para encarrillar la máquina, desconocidos, aparentemente del lugar, lograron evadir los esfuerzos de la custodia y rompieron varios precintos y abrieron algunos vagones para intentar saquear la mercadería transportada (azúcar). “Se logró cerrar las compuertas violentadas y sacar la formación hacia la localidad de García Fernández”, aclaró la firma estatal.
Lunes 29 de julio
En Ejército del Norte y Viamonte
A las 17.35, partió desde la estación Tucumán CC rumbo al norte la formación 5005, con 34 vagones, tanto cargados como vacíos. A las 17.45 se detiene entre la avenida Ejército del Norte (foto) y Viamonte debido a una falla mecánica en la locomotora. Ante ello, según relató Trenes Argentinos Cargas, “los habitantes del lugar comenzaron a rodear rápidamente la máquina, con fines de daños y robos”. “Como es costumbre, avanzaron sobre la formación, arrojando piedras y otros elementos al personal de custodia, a los conductores y al resto del personal ferroviario que había acudido en apoyo con otras locomotoras para tratar de sacar el tren de esa zona crítica”, relató.
En esos momentos, efectivos policiales y agentes de seguridad privada pudieron evitar la apertura de boquillas y así el robo de la mercadería transportada. Sin embargo, algunos empleados resultaron con lesiones a causa de los objetos arrojados. Las locomotoras, a la vez, sufrieron rotura de los sistemas de iluminación, “vitales para el tránsito nocturno por las vías”.
Sábado 3 de agosto
Arrojaron un cuadro de moto
La formación 9006 del Belgrano Cargas, con 17 vagones cargados, ingresó a la capital a las 11.45, tras salir desde Tafí Viejo. El convoy fue detenido a la altura del puente de calle México por habitantes del lugar, según la acusación de la empresa Trenes Argentinos, que habían arrojado un cuadro de motocicleta. La motoparte quedó atascada entre las vías y debajo de la locomotora, lo que impidió al tren continuar con su marcha. La máquina se detuvo y desconocidos “se abalanzaron sobre el tren para provocar los daños habituales; provocaron que las mangas de aire que regulan los frenos se desacoplaran”.
“Nuevamente, se solicitó apoyo a la Dirección de Prevención Ciudadana. Llegaron de manera inmediata hasta el lugar tres motociclistas y cuatro efectivos del grupo GOMT. El tumulto de gente no paraba de arrojar piedras para tratar de impedir las tareas de normalización del personal ferroviario. Esta tarea llevó más de una hora y se desarrolló en condiciones críticas, pese a los esfuerzos de la Policía y de la seguridad privada por resguardar a los ferroviarios, que trataban de sacar la formación del lugar”, señaló la empresa estatal.