La acción de los deportes ofrece una amplísima variedad de imágenes relacionadas con festejos, jugadas de contacto o arribos a las metas. Otras postales, y estas se sitúan en la lista que no suelen verse seguido, quedan ocultas porque quizás no retratan la noticia, pero sí otras emociones que pueden ser igual de valiosas por ser distintas a las que demanda la coyuntura. Ahí entra toda la sensibilidad de quienes están detrás de la cámara: los fotógrafos. Ellos absorben miles de sensaciones que quedan en un detrás de escena en la redacciones de los diarios. “Hay una foto que debe mostrar esa acción única. Que nos obligue a detenernos y mirarla nuevamente”, cuenta Juan Pablo Sánchez Noli. El jefe de Fotografía de LA GACETA revela el tip que inconscientemente se produce en quienes forman parte de la redacción del diario: más de una vez la mirada retorna a las fotos de los compañeros y el deseo de que todas se publiquen invade. En LG Deportiva eso sucede con frecuencia. “La fotografía deportiva no es solamente tener a dos jugadores disputando una pelota. La fotografía de deportes es poder anticiparse a lo que va a hacer ese protagonista en su próxima acción, no sólo disputando una pelota, también expresando alguna emoción”, amplió el concepto Sánchez Noli.
La imagen deportiva requiere de la habilidad de un equilibrista para conseguir esa “acción” única a la que se refiere el jefe de Fotografía. En esa misma premisa se posiciona Teresa Pasquero, integrante de la sección de edición de las fotos que se publican en cada suplemento deportivo. “La imagen debe complementar la nota, sumarle información y generar en el lector curiosidad. Por supuesto que depende mucho del deporte, entonces hay que encontrarle la vuelta”, reconoce Pasquero el esfuerzo que hay que hacer para que el trabajo sea óptimo. “Una tarea nuestra es involucrarse y proponer. Tenemos a nuestro alcance todas las fotos de deportes y con esto la posibilidad de filtrar y encontrar alguna imagen que tenga mucho valor periodístico o algo especial que mostrar”, estableció.
El gol, el resultado, la técnica del atleta, la magia del animal, la historia detrás de lo sorprendente... resumir todo en un disparo fotográfico es lo que se busca en la fotografía deportiva.
“La imagen más limpia posible”, es lo que buscó Diego Aráoz. Sin objetos ajenos a su actividad, Fernanda Pallares, jugadora de la selección argentina, fue retratada en el complejo Ledesma.
Como sumergido en la pileta de Central Córdoba, Juan Pablo Sánchez Noli, “probó” nadar para fotografiar a Juan José Sirimaldi. La natación es uno de los tres deportes que domina el triatlonista.
Sin rostro, pero con músculos bien adornados. El Freedom Battle II de crossfit que se hizo en el complejo Belgrano ofreció estas curiosidades que Analía Jaramillo capturó. La espalda, y con justos motivos, le ganó a expresión facial.
“Por más que tenga mi cámara en disparos continuos, mi dedo puesto en el disparador acciona cuadro a cuadro”, dice José Nuno. Así es que logró la toma en la final Liguista que se jugó en Villa Luján. “Los fotógrafos ‘de la vieja escuela’ estamos acostumbrados a esta técnica”, se definió.
“El auto perdió el control en ese giro. Derrapó y tras una maniobra desesperada se fue hacia el fondo de una alcantarilla. Viví el riesgo de que el auto se viniera encima. Pese a todo el gatillo de la cámara siguió firme”, contó Osvaldo Ripoll sobre el accidente sin consecuencias que tuvo el Renault 18 de Cristian Almonte en Lules.
Osvaldo Ripoll se emocionó en el partido de la selección tucumana de amputados. “Con sólo una pierna y apoyándose en muletas festejó un ‘cañito’ al ‘Pulga’ Rodríguez”, comentó sobre la acción de Maximiliano Montenegro. “Él deslumbra y cada movimiento parece casi milagroso. Y uno con la cámara trata de plasmar algo que es muy difícil de explicar con palabras”, reconoció.
“Al no tener la necesidad periodística de que el ganador esté cruzando la meta, utilicé una lente gran angular. Eso dio una sensación de cercanía y nos regala una fotografía distinta contrapicado, lo que genera mayor expectativa”, contó Franco Vera sobre la imagen que logró en clásico “Caja Popular” de turf.
Para Diego Aráoz fue el resumen del esfuerzo. “Sabía que no iba a ser la imagen del partido. Era una final y el campeón lo sería. Pero yo valoré otra cosa: no tenemos tee, pero hay que jugar como sea. Por eso, que venga el compañero a sostener la pelota. Hay que ingeniárselas”, explicó el fotógrafo. Fue uno de los recuerdos que le quedó de la final del Torneo Desarrollo 2017.