Emilio Luque: “no voy a cerrar ninguna sucursal”

Estaba solo, sin la presión de las cámaras y micrófonos, y a minutos de la reunión de ayer. Eso sí, Emilio Luque parecía inquieto por querer “aclarar” sus intenciones. “No voy a cerrar ninguna sucursal. Tampoco voy a correr a nadie -afirmó-. Estoy buscando distintas alternativas para reflotar el negocio de los supermercados; para preservar la fuente de trabajo; pero es difícil conseguir inversores por el estado de crisis que vive el país”.

Respecto de su oferta de pago a los empleados, dijo que no entiende el rechazo al cronograma. “No les voy a prometer lo que no puedo cumplir. Estoy iniciando el pago y no lo aceptan”.

En cuanto a la medida de fuerza, apuntó que trata de que no se produzca un “desborde social”, y acepta el paro a pesar de no compartirlo. “Nos habían pedido un adelanto de $ 10.000, y ahora le estamos dando $ 8.000 en una situación de emergencia, sin negar que estamos incumpliendo con la gente”, remarcó.

Precisó que la idea es aprovechar esos plazos para mejorar la situación del supermercado y conseguir más fondos.

¿Se cayó la negociación con Comodín y Yaguar?, se le consultó: “en realidad mantenemos acordado un arreglo por el 80% de los locales, pero nada está cerrado. Siguen las negociaciones. Hay distintas exigencias e intereses; listas con y sin personal, con menos empleados, en fin, muchas variantes”.

A continuación, apuntó que los posibles inversores llegaron con sus propuestas para intervenir como socios capitalistas en el negocio que armó durante 45 años. “Es más, estaba previsto que el lunes próximo iban a llegar a Tucumán representantes de esas compañías, para verificar el patrimonio y evaluar la viabilidad del giro comercial”.

Luego, “soltó” la información sobre otro posible inversor. “Me hablaron desde otra compañía que se dedica a invertir en negocios en crisis, pensando en retornos a mediano y a largo plazo”. Si bien no reveló el nombre, Luque apuntó que esa empresa “invirtió en una cadena de súper del sur del país, que estaba en crisis”.

Al final, le preguntamos si baraja la posibilidad de pedir que se dicte la crisis de la empresa: “no la descarto, pero no es mi prioridad. Ahora, quiero cancelar los sueldos”.