Atlético necesita volver a ser agresivo

Atlético necesita volver a ser agresivo

El "Decano" intenta reencontrarse con su viejo amigo: el gol.

CARTA GOLEADORA. Toledo recibe la pelota durante un entrenamiento en Ojo de Agua. El delantero fue clave para Atlético durante la segunda parte de la anterior temporada y espera volver a serlo ahora. la gaceta / foto de hector peralta CARTA GOLEADORA. Toledo recibe la pelota durante un entrenamiento en Ojo de Agua. El delantero fue clave para Atlético durante la segunda parte de la anterior temporada y espera volver a serlo ahora. la gaceta / foto de hector peralta
28 Julio 2019

Atlético busca el gol desde marzo de este año. ¡Marzo! A fines de ese mes, Leandro Díaz le anotó a Aldosivi, en el Monumental. ¿Seguirá allí? Quizás no sólo baste con tocar la puerta. Tal vez, haya que derribarla y empezar a buscar exhaustivamente.

“¡Es que no puede ser que se haya perdido así, como así!”, dicen en 25 de Mayo y Chile. Atlético, uno de los cinco equipos más goleadores de la temporada pasada, detrás solamente de Racing, Boca, River y la revelación Tigre, tuvo serios problemas para hacer goles en la pretemporada e incluso para siquiera acercarse a la posibilidad de hacerlos.

Los equipos titulares que jugaron ante Gimnasia de Jujuy, Vélez, Boca y Banfield se quedaron en cero, tomando como referencia el arco rival. Más allá de que en tres de esos partidos los sufrió en el propio, lo que sorprende es esa sequía ofensiva.

Sorprende es una manera de decir. Ricardo Zielinski tiene bien en claro que los números en un amistoso no es lo importante. “(Los amistosos) nos vinieron bárbaro porque nos permitió competir. No sólo al equipo que jugará contra Central sino también a los juveniles”, dijo el entrenador luego de la seguidilla de partidos preparatorios que el equipo fue a jugar en Buenos Aires.

Claro, en medio de la preparación física, el único tesoro posible para el “Ruso” es el bendito rodaje. Y si es ante equipos de Primera como los que logró organizar el club, mejor.

Sin embargo, el hecho de que los resultados de un partido amistoso no importen, no hará mágicamente que en el primer partido oficial, desaparezcan las carencias. En este caso, el gol. Sobre todo, si en esos partidos -más allá del ritmo conseguido- al equipo le costó bastante hasta generar situaciones.

Justo a Atlético si había algo que no le costaba que durante la temporada pasada, era generarle peligro a su rival. Incluso con los cambios que sufrió a mitad de torneo: sin Luis Rodríguez ni Guillermo Acosta, se las arregló muy bien con Leandro Díaz, Javier Toledo.

Aquella dupla, la misma que empezará mañana ante Central, fue la que le aseguró un puesto en competencias internacionales sobre el final de la pretemporada y la que lo dejó en semifinales de la Copa de la Superliga. Toledo incluso llegó a consagrarse goleador de ese torneo con seis tantos.

Claro, David Barbona, uno de los mejores jugadores (sino el mejor) de la temporada anterior, los abastecía y mucho. Además de los goles que él mismo convertía.

Barbona fue una de las tantas bajas que sufrió el equipo en el receso y está en plena búsqueda de un nuevo creador. Quizás lo encuentre en José Luis Fernández, Leonardo Heredia o Lucas Melano, los principales jugadores ofensivos que trajo para esta temporada. O en el “Bebé”, que regresó para darle una mano justamente en ese costado de la cancha.

¿Y Central?

Enfrente tendrá un equipo que en la Superliga pasada tuvo escenarios inversos: pocos goles anotados y pocos recibidos. Y en una pretemporada en la que no parece haber modificado mucho (incluso perdió a su referencia principal del gol, el ex Atlético, Fernando Zampedri), el desafío para el “Decano” parece ser el que venimos hablando: tratar de hacer un gol.

Eso que le pareció tan fácil en el último torneo y que ahora parece difícil. Eso que busca, busca y probablemente encuentre si es que toca los botones indicados. Eso que le permitirá seguir asentándose en Primera y soñando en grande. Una vez convertidos, habrá que defender. Y para eso, otra será la historia. Y la charla.

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