Maratón Independencia: corrió mirando al cielo

Maratón Independencia: corrió mirando al cielo

Jorge Juárez terminó los 42k y se lo dedicó a su hermano, que falleció en un accidente.

EL GANADOR. Pedro Gómez llegó antes que todos en los 42k. fotos Eco Extremo-Pedro Elías
15 Julio 2019

A 10 metros de la cinta de llegada y sin perder el ritmo de trote, Jorge Juárez se cubrió el rostro con las manos para intentar contener las lágrimas que brotaban de sus ojos. No logró el cometido. Apenas cruzó la meta se abrazó con su primo Raúl Juárez -compitió en los 10k -. En ese abrazo perdieron la noción del tiempo, incluso el llanto de ambos se escucha a unos pocos metros. Nadie entendía bien qué pasaba, hasta que Jorge levantó los brazos al cielo y dijo “¡para vos, hermano!”

Después de 2 horas y 57 minutos de haber partido desde el Monumento al Bicentenario, los Juárez se encontraron con sus familiares. “Hace tres meses perdí a mi hermano, así que vine a correr por él”, explicó a LG Deportiva.

No fue una carrera más. Si bien terminó septimo, y un minuto por debajo de su mejor marca, el corredor oriundo del barrio 20 de Junio volvió a la provincia por un motivo especial. “El 13 de abril corrí una ultramaratón de 50 kilómetros en Mar del Plata, donde yo vivo. Hice una gran carrera, me metí entre los seis mejores entre 120 competidores. Al otro día, cuando me desperté con ganas de festejar, no lo pude hacer porque me doy con la noticia de que mi hermano había fallecido en un accidente de moto en San Cayetano”, expresó con la voz al borde del quebranto.

Raúl, que ve en su primo un ejemplo a seguir, reveló que se animó a correr los 10 kilómetros de la Maratón Independencia el año pasado, cuando Jorge le regaló su medalla apenas terminó la carrera. Y lo desafió: “el año que viene te quiero ver aquí”. El atletismo, como en muchos otros casos con otros deportes, lo ayudó a superar un “tropezón” con las adicciones.

Los últimos seis kilómetros de la competencia, Jorge tuvo que menguar la marcha debido a una lesión, pero por nada del mundo iba a abandonar. “Llegué rengueando. Sentí un pinchazo en el muslo (ya le trajo problemas en otras carreras) en el kilómetro 36. Me tuve que frenar porque se me cruzó una moto, y ahí sentí el pinchazo. Pero me pude recuperar rápido, bajé un cambio, y llegué a completar la carrera”, relató entre risas. Y le dedicó el triunfo a su pequeña hija y atoda su familia.

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