“Entran y salen a las horas”. Esta frase ha generado exasperación en los tribunales penales en los últimos días, tras las aprehensiones de mecheras y pungas durante los operativos de la Policía, en el microcentro de la capital. A tal punto ha sido el malestar por este pensamiento que en la Justicia no quieren que las acusadas recuperen la libertad en el mismo día, como medida para frenar los ataques en la vía pública.
Esto quedó reflejado al menos ahora, durante la feria de invierno. El juez de Feria, Juan Francisco Pisa, ordenó la detención -o está en vía de confirmar la medida- de las cinco personas que han sido atrapadas en el inicio del receso. La fiscala de turno, María Fernanda Bahler, había solicitado la privación de la libertad de las mujeres por unos 10 días, plazo que utilizaría para reunir información y así verificar los antecedentes. Así, las sospechosas fueron derivadas desde la seccional Primera hasta la sede de la Brigada Femenina, en calle Buenos Aires al 400.
“Este tipo de delitos se clasifican como hurto simple y son excarcelables. En general, los retenidos cuentan con abogados, quienes con un trámite corto consiguen la libertad”, explicó ayer José Ardiles, subsecretario de Seguridad de la provincia.
Sin embargo, el funcionario remarcó que la cartera de seguridad, el Ministerio Público Fiscal (MPF) y la Policía “están trabajando para definir una verdadera política criminal, que permita neutralizar los delitos que más afligen a los ciudadanos”, entre ellos, los arrebatos y los ataques de las mecheras y pungas.
En simultáneo, en el nuevo Código de Convivencia Urbana, elaborado por el Gobierno, se prevé sanciones “más severas” para los casos hurtos, según dijeron, con multas que pueden superar los $ 30.000. Las sanciones duplicarían a la reincidencia, siendo en algunas situaciones multa y arresto de hasta 30 días.
Metodología
Desde el 27 de mayo último hasta la semana anterior se registraron 23 casos de punguistas; cuatro ataques de mecheras; y 14 acciones de descuidistas, entre otras metodología de hurto denunciadas, de acuerdo a datos oficiales. En los últimos 15 días, se detuvieron a unas 20 mujeres bajo el operativo “Vacaciones de Invierno”.
En la Policía explicaron que las mecheras y pungas son conocidas en el centro de la ciudad. “No actúan solas; a veces, lo hacen con varones”, aclaró Ardiles. “La gente ya las identifica. Persiguen a las personas en la vía pública. Cuando se descuidan, les meten la mano en la mochila o en la campera, y les sacan el teléfono o la billetera. Como se trata de un hurto simple, es excarcelable. Por eso, ellas dicen ‘salimos enseguida’. Ellas mismos saben que estarán poco tiempo. Tienen abogados, toda una estructura”, agregó.
“Son cuatro o cinco mujeres que persiguen a una víctima. También entran a los comercios y aprovechan las distracciones para llevarse mercadería. El comerciante, por no perder la mercancía, omite hacer la denuncia”, enfatizó el funcionario.
En la Policía remarcaron, además, que un 30% de las personas que arremeten en las calles es menor; en general, chicas.
Se ha conocido, entre los últimos casos, que mecheras o pungas han sido arrestados bajo la figura de robo y otro delito de mayor nivel, respecto del hurto, con la intención de evitar una rápida reinserción en el mundo delictivo. A la vez, otras fuentes consultadas plantearon la aplicación de la figura “asociación ilícita”, teniendo en cuenta que actúan tres personas y más, como medida para contrarrestar los niveles actuales de esos delitos.
El abogado penalista, Macario Santamarina, explicó que la calificación asociación ilícita “no está representada por el número de personas” que intervienen. “Implica que un grupo de personas establece un vínculo para cometer un acto. Se disponen tareas y jefaturas. Es una organización basada en un sistema mafioso, cuyo objetivo también es el lavado de dinero”, remarcó.