El show del rugby también tiene su detrás de escena: lo que se ve en el escenario es sólo la consumación del trabajo que ocurre fuera de los ojos del público, y en el que intervienen muchas manos que no se ven, pero que están y son importantes. Tanto es así que, aunque su presencia no se advierta a simple vista, sí lo harían su ausencia o mal funcionamiento. Orlando Ferreyra y Pablo Pérez Toranzos forman parte de esa troupe invisible: en su rol de managers, se ocupan de que todo esté en su lugar antes de que se enciendan las luces y los actores salgan a escena. Hermanados desde desde 2010 por la “Naranja”, mañana será la primera vez que estén enfrentados en una final por sus colores de origen: Orlando como manager de Lawn Tennis, y Pablo como manager de Universitario.
“’Pericote’ (Pablo) es una de las personas que el rugby me dio, es un hermano para mí y uno de los mejores managers que conozco. Creo que me ha superado. Cuando voy al seleccionado, pido estar con él siempre. Nos complementamos muchísimo”, elogia Ferreyra. “Lo mismo con Fede Puerari -entrenador de Universitario-, con quien también trabajé en el seleccionado. Que ellos estén del otro lado es un aditamento, y creo que recién me daré cuenta cuando estemos juntos, pero con escudos distintos en el pecho”, anticipa el de Lawn Tennis.
“Orlando tiene una trayectoria impresionante y yo aprendí mucho de él. Curiosamente, esta es la primera final que nos encontrará en lugares distintos. Sin embargo, para esta final seguimos trabajando mucho juntos, porque coordinados es la mejor forma de cumplir con lo que pide la Unión y tener las cosas que necesitamos. Se hace mucho más fácil para ambos”, completa Pablo, quien no oculta su admiración por Ferreyra.
De hecho, no es lo único que los une: por si fuera poco, desde hace años se ven todos los días en Previsión Social, donde trabajan ambos. Y para los dos, es una ciencia congeniar los tiempos de su profesión con los que demanda su pasión por el rugby y por sus clubes.
“Sea con la Primera de tu club o con el seleccionado, estás trabajando con jugadores de elite. Es una responsabilidad. Y aunque no cobres un peso por esa tarea, la tenés que cumplir con la seriedad de un trabajo. Porque lo es. Si falta cinta y un jugador se esguinza el tobillo, estás fallando en tu trabajo. Y eso se nota. El manager es el gerente operativo: se debe ocupar de todo lo que no le corresponde al jugador o al entrenador. Tenés que encargarte desde que esté todo lo necesario para que el entrenamiento se lleve a cabo, como de controlar el pago de las cuotas del club o de la Unión, los viajes, la comida, etcétera. Son muchas cosas para una sola persona”, advierte Pablo.
Precisamente, ambos subrayan la enorme importancia de quienes los acompañan en sus respectivos equipos de trabajo. A la par de Orlando, están Raúl “Dodó” Barceló (h) y Andrés García, mientras que junto a “Pericote” marchan Roberto López Zigarán, Miguel Centurión y Luis “Cura” Brandán. “Siempre tenés personas en las que te apoyás, y sin las cuales sería imposible llevar a cabo una tarea tan compleja sin que sea rentada”, advierte Ferreyra. “Sería imposible. Sin mis ‘viejos’, yo no estaría”, coincide Pérez Toranzos.
Que gane el mejor
Aunque en sus 15 años de experiencia como manager ha pasado por equipos de primer nivel como Pumitas o los otrora Jaguares (Pampas), Orlando asegura que esa función es más intensa y difícil en el club. “En un seleccionado dura un mes o dos, en el club es todo el año. Además, el club es al que vos te debés en primer lugar. Mi club es el que me permitió llegar a los lugares adonde llegué. Además, me tocó ser entrenador de muchos de estos chicos que van a jugar, así que lo vivo también con ansiedad. Es algo alucinante”, describe.
¿Y qué es lo que motiva a un manager a dedicarle tanto tiempo a una función por la que no aparece ni en la foto? “Esto es pasión, por el rugby y por tu club. Pero lo que más disfruto es la devolución de los protagonistas. Disfruto mucho el abrazo al final del partido. Disfruto acompañarlos, escucharlos. Simplemente me devuelven lo que les doy: cariño”, comparte Pablo.
Ambos creen en las posibilidades de sus respectivos equipos. “Creo que ellos llegan mejor, pero las finales hay que jugarlas y se definen por detalles”, analiza el de Lawn Tennis. “A ‘Uni’ lo veo con confianza. Ya se sacó la mochila de los cuartos de final, que venía siendo su techo los dos últimos años, y confío en que saldrá a disfrutar”, opina Pablo.
Orlando deja el cierre: “no me gusta esto de estar en veredas distintas, porque sé que uno de los dos va a estar triste después de la final, pero a la vez también sé que a la vez compartirá la alegría del otro”.
Esta tarde comienza la Liguilla de Ascenso 2020
Los equipos del Desarrollo volverán a la cancha a partir de hoy, cuando se largue a rodar la Liguilla Ascenso 2020, en la que participarán 11 clubes tucumanos y uno de Santiago, por el derecho a competir en el Torneo Regional de Ascenso del año que viene.
A raíz de la reestructuración que sufrirá la competencia del NOA a partir del año que viene, que se dividirá en tres niveles (Primera, Ascenso y Desarrollo) en lugar de los dos actuales, la Liguilla que comenzará hoy definirá cuál será el equipo que complete el cupo de esa categoría intermedia que será el Ascenso. Dicha plaza será para el campeón.
La forma de disputa será, todos contra todos, a una sola rueda. Los primeros cuatros equipos clasificarán a semifinales. El campeón se clasificará para el Ascenso de la próxima temporada, mientras que los restantes once equipos jugarán el Desarrollo 2020.
La primera fecha tendrá lugar a partir de las 16, con los siguientes partidos: Lomas Marcos Paz-Tafí Viejo; Frankycia XV-Santiago Rugby; Liceo-San Martín; Monteros Vóley-La Querencia; San Isidro-Corsarios y Bajo Hondo-Coipú.