"La intención política fue ningunear al otro": Van Mameren analizó la visita de Macri el 9 de Julio
Generalmente los presidentes se iban todos los 9 de Julio cerca de las 17 o la 18. Ahí empezaba nuestra tarea periodística, para saber cómo había repercutido la visita.
Recuerdo que el ex Gobernador Julio Miranda suspiraba aliviado cuando no había pasado nada. Daba resoplones cuando ningún incidente había afeado ese día. Para él ese era el éxito del 9 de Julio.
Recuerdo que el estado de ánimo de José Alperovich era igual al que habían tenido ese día Néstor Kirchner o Cristina Fernandez. Le preocupaba que los presidentes se fueran contentos. Y si no era así, él no estaba contento.
Los 9 de Julio están atravesados por la política. En 1991, con una gran intencionalidad política, Carlos Menem decidió que Tucumán fuese la capital argentina todos los 9 de Julio. Quería que Ramón Ortega -y no Domingo Bussi- fuese elegido Gobernador. Acá se hicieron grandes fiestas, grandes homenajes y venían presidentes de otras naciones.
En 2016 también hubo una gran fiesta y también tuvo intencionalidad política. Tanto Macri como Manzur tenían intenciones de dejar atrás la grieta.
Ayer también hubo intencionalidad política: ningunear al otro. A Macri no le importó si era bien o mal recibido, no existía el Gobernador de la provincia. Y Manzur pensaba exactamente igual. La intencionalidad política era demostrar que estamos en tiempos electorales y que ni uno ni el otro importaban.
Ayer también hubo intencionalidad política: ningunear al otro. A Macri no le importó si era bien o mal recibido, no existía el Gobernador de la provincia.
En el medio estás vos, estamos nosotros, que estamos en la fiesta del país. Está usted, que le costó conseguir cómo llegar al desfile. Entonces ¿para qué sirven los 9 de Julio? Habría que replantear cómo se rinde homenaje a esas personas que le dieron vida a esta patria.
Es un cumpleaños, en donde debería haber alegría. Ayer la hubo solamente por partes. Estuvo contento Macri en Buenos Aires y Manzur acá viendo el desfile. No hubo alegría, ni tortas, ni fotos para festejar el cumpleaños. En un cumpleaños se suelen pedir deseos. Acá sólo pidieron que al otro le fuera mal en las elecciones.
Y en un cumpleaños suele haber regalos, y cuando hay regalos se piensa en las necesidades del otro. En Tucumán había un problema claro: no había transporte. Y los culpables no sabemos quiénes son. Dice la gente de la Nación que es la Provincia. Dice la Provincia que es la Nación. Dicen los empresarios que los culpables son otros; dice el intendente que él no no tiene la culpa.
¿Para qué sirven los 9 de Julio? Habría que replantear cómo se rinde homenaje a esas personas que le dieron vida a esta patria.
Dentro de un rato -no sabemos hasta cuándo- van a volver a circular los ómnibus. Lo bueno es que los políticos han decidido ocuparse de este problema de larga data. Ya sabíamos que este conflicto iba a estallar, pero esperaron que pasaran las elecciones. Te usaron a vos, que fuiste caminando al trabajo.
Ante esta crisis aparentemente hay dos salidas: aumentar las tarifas o aumentar los subsidios. Lo cierto es que ninguno pensó que podrían sentarse todos alrededor de una mesa y ocuparse de vos.