Las acciones positivas se valorizan aun más cuando se las hace en silencio. Tal “anonimato” funciona como la prueba más fehaciente de que la persona no persigue ningún rédito personal con ese acto.
Hace ocho años que, en silencio, César Javier Montiglio, ayuda a pobladores de Taco Pozo, una localidad chaqueña de poco menos de 8.000 habitantes, ubicada muy cerquita de los límites con las provincias de Salta y de Córdoba. “La idea de donar surgió una vez que mi cuñado nos llevó hasta allá, para que conozcamos a su familia. Era pleno invierno, y vi niños bajo la llovizna, con mucho frío. Me partió el alma; tengo hijas... y me llegó. Ahí comencé a llevar ropa, zapatos y abrigo”, contó el volante por derecha a LG Deportiva. Su cuñado falleció hace tres años, pero ese lamentable episodio no interrumpió la solidaridad de César: “siempre vamos; es un pueblo muy lindo, donde sobran las buenas personas sobran”.
A los 35 años, Montiglio acaba de conseguir un nuevo ascenso, que se suman a los dos que había logrado con Atlético. En este caso, con Güemes de Santiago del Estero subió al torneo Federal A. No sorprende que sea el capitán de este equipo. “Es algo muy especial, porque estoy en mis últimos años de carrera. Desde el primer día que llegué a Güemes el hincha me hizo sentir muy cómodo”, contó. Y ta a gusto se siente que quiere quedarse en el club santiagueño, para tratar de llegar a la B Nacional. “Los dirigentes quieren mi continuidad; espero que podamos llegar a un acuerdo”, anheló.
Pese a que los últimos siete meses resultaron bastante duros para César, en ningún momento postergó siquiera sus visitas a Taco Pozo. “Vamos con mi familia; con mi esposa y con mis hijas. También nos acompaña mi otro cuñado, hermano de mi señora; y a veces se nos suman algunos amigos”, dijo. El jugador siente que se enriquece con cada excursión al pueblo. “Me llena el corazón; siento mucha emoción, y aprendo... y mis hijas también aprenden a ser sencillas, a respetar y a dar”, explicó.
En medio de la conversación, el ex jugador “decano” celebra el presente que está viviendo Atlético. “Es muy bueno. Toda mi familia está muy contenta. Yo pasé mi mejor etapa en ese club, con el cual llegué a jugar en Primera. Ojalá siga jugando copas internacionales y los hinchas se acostumbren a eso”, dijo. En efecto, Montiglio debutó en el club de 25 de Mayo y Chile, en 2004, y fue parte del primer ascenso del “Decano” a Primera. Tras un breve paso por Huracán, regresó a Atlético, para jugar la B Nacional. En la temporada 2011/2 le marcó un golazo a River, en el mismísimo Monumental de Núñez. “Fue el mejor gol de mi carrera, porque no es fácil jugar en esa cancha y porque es un grande del país. Cuando hacés un buen papel contra ellos quedas marcado”, recordó.
Deporte y solidaridad
A criterio de Montiglio, los deportistas deberían ser más solidarios. “Quizás algunos lo sean; pero siempre deberíamos ayudar a los que más necesitan. De hecho, todos necesitamos de algo para subsistir; la diferencia es que en las ciudades más grandes hay más posibilidades”, consideró.
Incluso, opinó que a nivel institucional también debería tenderse una mano. “Los clubes tienen grandes posibilidades. No deberían esperar a que haya inundaciones para ayudar. Lo mejor es actuar cuando nadie pide nada; cuando estás ahí sin que te pidan. Eso no lo olvida nadie y lo agradecen de por vida. Los buenos gestos hacen grandes personas”, indicó.
Montiglio sabe que esta nota puede despertar el interés de los lectores, y puede empujarlos a ayudar. Si alguien quisiera darte una mano en tu tarea, ¿cómo puede hacerlo?, preguntó LG Deportiva. “El que quiera ayudar y donar ropa me puede contactar por mi Facebook: César Javier Montiglio”, contestó el volante.