Por Rodolfo Casen
03 Julio 2019
MOMENTOS DE PROFUNDA TENSIÓN. Los familiares de las víctimas del accidente arriban a la terminal de Concepción para saber de sus seres queridos. la gaceta / foto de osvaldo ripoll
La jornada después del terrible accidente vial de La Madrid, en el que murieron 15 personas y otras 45 resultaron heridas al volcar un colectivo, estuvo ayer cargada de distintas emociones. El dolor por las pérdidas humanas fue acompañado por la solidaridad de la gente que se acercó a brindar ayuda a los parientes de las víctimas.
Concepción fue, en el interior, el epicentro de las repercusiones de la tragedia. Los taxistas se ofrecieron para trasladar gratuitamente hasta los distintos centros asistenciales a los parientes de las víctimas que comenzaron a llegar a la ciudad. Otros vecinos se acercaron a ofrecer hospedajes y alimentos. También médicos se pusieron a disposición de las instituciones en que estaban internadas las víctimas.
La municipalidad local desplegó personal para realizar distintas tareas de contención. Hasta anoche unos 15 accidentados, todos fuera de peligro, permanecían internados en el hospital local y en un sanatorio privado. Además, siete fallecidos yacían en la morgue del centro asistencial.
A media mañana, 25 mendocinos arribaron a la terminal de ómnibus de La Perla del Sur en un colectivo especial procedente de Mendoza. Descendieron en la estación con la angustia y la ansiedad de recibir noticias de sus parientes. En medio de un fuerte despliegue de personal municipal, policías y profesionales de la salud, fueron llevados al hospital e ingresados directamente a la sala de espera.
Tras las novedades que les transmitió la médica Silvina Mazzuco, titular de la Red de Servicios del Siprosa, algunas se mostraron más tranquilas y otras quedaron sumergidas en el dolor. Son estas últimas las que fueron anoticiadas de la pérdida del familiar que esperaban encontrar con vida.
Walter Sigler, director general de Salud Mental del Siprosa, junto con otros profesionales del área, estuvo en ese momento al frente de las tareas de contención y ayuda en la elaboración del duelo. La gente fue derivada posteriormente a los lugares en que están internados sus familiares.
Hasta anoche en la morgue del hospital Miguel Belascuain, restaban ser reconocidos por sus parientes los cuerpos de dos fallecidos, de los siete mencionados. Los restos de las otras ocho víctimas fatales se encontraban en San Miguel de Tucumán.
“Fue un viaje con gente que venía con los nervios propios de la incertidumbre de no saber sobre la suerte de su pariente. Afortunadamente todos llegaron bien”, contó Fabricio Fiochet, representante del Ministerio de Salud de Mendoza, que acompañó al contingente que llegó a Concepción.
La unidad fue puesta a disposición por la empresa de turismo HT, responsable del viaje que terminó en tragedia. Desde la provincia cuyana el colectivo salió con tres horas de demora por distintas razones burocráticas, según se informó. Ese hecho agitó la ansiedad y el malhumor de los pasajeros.
“A pesar de todo estamos siendo tratados muy bien. Estamos recibiendo las respuestas que necesitamos y sabemos que nuestros parientes que sobrevivieron están siendo asistidos como corresponde”, dijo Luís Lezcano.
El hombre es familiar de los hermanos Ángel y Marta Moyano, ambos internados con distintas fracturas. En el Sanatorio Jesús María permanecen 10 pacientes, de los cuales cuatro están en la Unidad de Cuidados Intensivos. Según la médica Carla Sánchez, todos acusan traumatismos diversos, están compensados y fuera de peligro. En el Miguel Belascuain están registrados cuatro heridos, también sin riesgos.
Solidaridad
“Afortunadamente la gente aquí es muy solidaria y nos ayudó a ubicar a nuestros parientes. Soy prima del coordinador Ariel Guzmán, quien resultó con traumatismo lumbar. Fui una de las primeras en llegar hasta aquí porque estaba en Termas de Río Hondo cuando me enteré del accidente. Recorrí distintos hospitales hasta dar con mi primo. Un señor nos trajo desinteresadamente en su auto hasta aquí”, contó Lorena Martínez.
Uno de los tantos gestos de solidaridad lo brindaron los taxistas. “Nos pusimos en la piel de esa gente y varios acordamos ponernos al servicio de los familiares de la víctima para trasladarlos donde ellos requieran. Es una situación difícil en la que la solidaridad sirve un poco de contención”, explicó Antonio Montoya.
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