Al enterarse de que había fallecido el padre Martín Martín Martín - Tereso, la directora del colegio Monserrat, Lita Maldonado, dijo lo primero que se le vino a la cabeza: “¡se nos ha ido un santo!” Algo muy parecido se escuchaba a viva voz en la plaza de San Pedro durante los funerales de Juan Pablo II: “¡santo súbito!, ¡santo, ya!” En solo seis años, después de su muerte, en 2011, el “Papa Viajero” fue declarado santo por la Iglesia Católica.
La fama de santidad del recordado cura de “las pajaritas” de papel era conocida en Tucumán aún antes de su fallecimiento, el 25 de junio de 2011. Por eso, en la misa en que se recordaron los ocho años de su muerte, oficiada en la parroquia Montserrat, se dio a conocer el edicto (N° 428/19) de monseñor Carlos Alberto Sánchez, arzobispo de Tucumán, por el que se acepta el pedido (“súplica - libelo”) de iniciar la Causa del Siervo de Dios y la Instrucción Arquidiocesana sobre la vida, las virtudes heroicas, la fama de santidad y signos del padre Martín. Dicho en otras palabras se trata del primer paso para la beatificación y canonización del sacerdote español que volcó lo mejor de su tarea pastoral en Tucumán.
Quien hace el pedido al arzobispo es el padre Carlos Comendador Arquero, postulador de la causa de beatificación y canonización por la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, a la que pertenecía el padre Martín. Pero como el postulador vive en Roma nombró a un vicepostulador que para pueda realizar la investigación sobre el futuro santo en Tucumán. Para este trabajo fue elegido el padre Marcelo Lorca, actual titular del Seminario Mayor.
El edicto hace público el documento de súplica - libelo e invita a todos los fieles a aportar información útil a la causa. Esa información, de cualquier género, sean testimonios personales o privados por escrito, o fotocopias autenticadas de documentos o cartas, pueden ser enviadas a la Cancillería de la Arquidiócesis para sumar a la causa. El horario de atención es de lunes a viernes de 9 a 12.30.
“Era un sacerdote que siempre estaba al lado de la gente, sin importar su edad o su situación económica, para él solo contaba la persona”, recuerda emocionado el padre Lorca. En su homilía, el párroco de Montserrat, Fabián Giménez, nombró tres virtudes que caracterizaban al padre Martín: sencillez, humildad y alegría. Miles de testimonios de quienes lo han conocido pueden dar fe de ellas. De hecho, el padre Lorca ya tiene una larga lista de testigos para entrevistar.
El padre Martín era generoso hasta con su tiempo, vivía en total entrega al prójimo. Decía que “trabajar para Dios no tiene horario”. “Se destacó por ofrecer una atención personalizada a todos los que acudían a él y por una capacidad de escucha que transmitía paz, de manera particular en el sacramento de la reconciliación”, afirma el padre postulador en la súplica.
“Parecía que se multiplicaba para poder asistir a todos. Visitaba a los enfermos en las casas, aún sin que nadie se lo pidiera y hasta llegaba a los hospitales a visitar enfermos antes de que lo hiciera el Servicio Sacerdotal de Urgencia. Por eso es que una de las salas del Servicio Sacerdotal lleva su nombre”, cuenta el padre Fabián. Los pobres también eran su debilidad y los visitaba a bordo de su vieja bicicleta a la que llegaba hasta los barrios más olvidados de la comunidad parroquial.
Quién era Martín Martín Martín
- Martín Martín Martín - Tereso había nacido en Sonseca, España, el 11 de noviembre de 1923.
- Era el cuarto de una familia de 11 hermanos. Sus padres eran León Martín y de María Juana Martín Tereso.
- Con 11 años ingresó al Seminario Menor de Toledo.
- Fue ordenado sacerdote el 11 de junio de 1949.
- Pertenecía a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Corazón de Jesús.
- Ejerció su ministerio en los seminarios de Sanlúcar de Barrameda y Segovia, España; Florida, Uruguay; Petrópolis, Brasil y Tucumán, Argentina.
- Se dedicó a la formación de seminaristas y a la atención espiritual de los fieles y grupos católicos.
- Los últimos 19 años desarrolló su ministerio en Nuestra Señora de Montserrat de Tucumán, donde fue vicario.
- Trabajó en el Servicio Sacerdotal de Urgencia y acompañó grupos como Cursillos de Cristiandad, Obra Manuel Domingo y Sol, Acción Católica, Puente y Círculos de Juventud.