Las fiestas julias y la publicidad

Las fiestas julias y la publicidad

02 Julio 2019

> HOJEANDO EL DIARIO

MANUEL RIVA

LA GACETA

Las historietas y los diarios tuvieron una simbiosis extraordinaria, similar a la que se desarrolló con la publicidad que en aquellas épocas iniciales iban de la mano con la pluma de los dibujantes que se encargaban de realizarlas.

Más tarde entre fotógrafos, periodistas e ilustradores que utilizaban diversas técnicas para diseñar, armar y presentar las propagandas. LA GACETA desde un principio usó el dibujo como ilustración para la presentación de sus noticias, y antes que la fotografía, que apareció varios números después de su creación.

El dibujo era la base de aquellas publicidades desde el principio y hasta el presente. La prensa escrita es uno de los soportes publicitarios más longevos. Las técnicas de trabajo de los dibujantes fue cambiando con al pasar de los años y la incorporación de tecnología. En primera instancia utilizaban lápices, plumines y lapiceras, más tarde la aparición de las computadoras y los programas de diseño ampliaron el arsenal de herramientas de los dibujantes.

Junto con las fiestas de fin de año y la Navidad, las fiestas patrias, tanto de mayo como de julio, eran un momento del año en que el comercio realizaba campañas publicitarias ofreciendo sus productos a los tucumanos. En todas las publicidades se utilizaba la “fiesta julia” como elemento propagandístico. Se empleaban frases como “Semana Patria”, “Quincena de Julio. Ventas a precios muy rebajados”, “Semana de Julio, grandes rebajas”, “Nuestra semana de julio. Casa Voss”, “Esto lo debe tener bien en cuenta: con motivo de la semana de julio estamos vendiendo a precio verdaderamente bajos”, “Julio, el mes de las grandes rebajas”, entre otras más. Cabe destacar que las publicidades de fines de la década de 1910 y de 1920 ocupaban la tapa de nuestro diario en su totalidad. “Kalisay” era un aperitivo quinado que deleitaba “los paladares de grandes y chicos, recomendado por los médicos por brindar vigor al organismo”.

En nuestras ediciones de julio de 1916, para el Centenario, se anunciaba que había llegado a la histórica ciudad de Tucumán el presidente y su comitiva. El “presidente” era representado con un actor que recorría las calles.

Nuestras fiestas julias siempre tuvieron como caja de resonancia la Casa Histórica. El inmueble sufrió a los largo de dos siglos varias reformas. Desde 1816 hasta 1869 tuvo su característica disposición colonial tanto en el frente como en el interior. Desde 1874 hasta 1902 mantuvo un frente neoclásico y se utilizó para instalar oficinas nacionales. Hacia 1896 aquellas oficinas habían dejado el lugar debido a su mal estado. Al igual que en 1943 -última reconstrucción- cuando se recuperó la vieja fachada, en 1904 se inauguró el magnífico edificio que alojó el Salón de la Jura el 24 de septiembre, fecha en la que los tucumanos recordamos la batalla en la que Manuel Belgrano derrotó a los españoles y detuvo su avance.

 1943.- 1943.-

“Al inaugurarse en esta benemérita ciudad de San Miguel de Tucumán, la Casa Histórica reconstruida, el pueblo argentino vive una de sus más hondas emociones patrióticas. En medio del turbulento drama del mundo, vuelve sus ojos y sus esperanzas a los sagrados símbolos donde albeó la nacionalidad, donde adquirió soberanía y carácter de pueblo y recibió el bautismo de la libertad”. De esta manera nuestro diario anunciaba, el 24 de septiembre de 1943, la reinauguración de la Casa de la Independencia con las reformas que se iniciaron en 1942 y que le devolvió el tradicional frente de 1816

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