El ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin, defendió ayer el sistema de instalación de Centros de Atención Primaria en Adicciones (más conocido como Cepla) en distintos puntos de la ciudad. “Tenemos una estrategia de prevención de adicciones que trata, por distintas vías, de que los jóvenes, en particular, se alejen de este flagelo y que le den un buen uso de su tiempo libre”, manifestó en una charla con LA GACETA.
La inauguración del último centro, el de La Costanera, causaron ciertas críticas, particularmente por la demora en ejecutar la obra. Puntualmente, en ese sentido se expresó Gustavo Marangoni, especialista en el tratamiento de adicciones. “Los Cepla terminan siendo ocupadas por personas que no son idóneas. Hay poca gente que está capacitada para atender en estos centros. El Cepla no es un club social, debe tener planes para contener a los chicos”, señaló el psiquiatra durante su participación en el programa LA GACETA Central que se emite por LG Play. Y apuntó que “la Sedronar no trabaja en forma coordinada con la Provincia o con la Municipalidad”.
La historia del inconcluso Cepla de La Costanera se remonta a seis años atrás con disputas entre la Nación y la Provincia. El proyecto original había sido anunciado en diciembre de 2013 por el entonces titular de la Sedronar Juan Carlos Molina. El funcionario kirchnerista había sostenido que ese Cepla formaba parte de 210 centros en todo el país dentro del programa “Recuperar Inclusión”. Hace casi tres años, la nueva gestión de la Sedronar informó que sólo se finalizaron 10 centros. La construcción de la obra, con paneles y perfiles de hierro, se asignó a la firma ByM SRL y alcanzó el 46% de avance de obra. Se paralizó por la mora en el envío de fondos para pagar certificados de obra. La construcción fue saqueada por completo. El año pasado, el gobernador Juan Manzur anunció que el proyecto se concluiría con recursos de la provincia y, así, ponerle punto final a las dilaciones nacionales.
Yedlin recordó que la instalación de Cepla en distintos barrios responde a una experiencia exitosa observada en México con los denominados Centros de Atención Primaria de las Adicciones (Capa). “Intentamos replicar esos modelos, pero adaptados a la realidad de nuestra provincia. Hoy hay varios centros que combaten las adicciones y que permanecen abiertos de 8 a 18 y sin turno”, dijo Yedlin. Si bien reconoció que no hay estadísticas específicas sobre las adicciones, remarcó que, por ejemplo, en el Cepla que funciona en barrio El Bosque se atendieron 400 nuevos casos desde que se inauguró en diciembre del año pasado. “Esos centros de atención se articulan con otros organismos, por caso, los de salud para que la contención sea integral”, detalló el funcionario. En ese proceso de contención del adicto, Yedlin ponderó la acción coordinada que debe existir entre padres, familiares, organizaciones sociales, clubes e iglesias para que la acción sea más efectiva.
Ante la consulta acerca del reclamo de madres de adictos, el ministro de Desarrollo Social pidió que se acerquen a estos centros para articular acciones que tiendan a la recuperación de los adictos. “Estos dispositivos están para eso, para ser escuchadas, para acompañarlas a ellas y a los propios chicos en una temática muy compleja para la sociedad”, puntualizó.
Según el ministro, la actual gestión le dio más visibilidad “a un problema enorme, el de las adicciones, para la atención de cualquier paciente, especialmente de sectores más vulnerables”. “Siempre decimos que el Estado debe estar presente, y lo está, en todos lados, pero más focalizado en franjas sociales que tienen mayores necesidades que otras. Lo mismo pasa con la salud pública, que está a disposición de todos, con la educación y nos gustaría también que la universidad sea más accesible”, finalizó.