Recuperaron la radio de la primera emisión radial de Tucumán

Recuperaron la radio de la primera emisión radial de Tucumán

Alumnos del Sagrado Corazón investigaron sobre un hecho del que se cumplen 100 años. Recolectaron datos a partir de artículos del historiador de LA GACETA Carlos Páez de la Torre (h) y del diario El Orden.

EN EL MUSEO. Agustín Díaz Agote, alumno de 6° año, y la coordinadora del trabajo y autora del montaje y edición, museóloga Agustina Haedo. la gaceta / foto de inés quinteros orio EN EL MUSEO. Agustín Díaz Agote, alumno de 6° año, y la coordinadora del trabajo y autora del montaje y edición, museóloga Agustina Haedo. la gaceta / foto de inés quinteros orio

Rodrigo Justino Wenceslao Terán era feliz en el antiguo laboratorio de Física de su colegio, del Sagrado Corazón. Amaba descubrir viejos instrumentos e imaginar para qué servían. En 2015 egresó del secundario para inscribirse en la carrera de Ingeniería Mecánica de la UTN. Nunca añoró más ese lugar lleno de objetos misteriosos y sorprendentes que cuando egresó del colegio. Hasta que hace seis meses, lo llamaron para investigar junto a un grupo de alumnos sobre los 100 años de la primera emisión radial en Tucumán. La historia ya había sido publicada por el historiador Carlos Páez de la Torre (h) el 7 de agosto de 1986, en el diario La Tarde.

Recuperaron la radio de la primera emisión radial de Tucumán

“No teníamos más que la historia documentada del diario El Orden, una foto histórica y varias piezas que, a no ser por algún papelito que tenían pegado, no sabíamos para qué servía. Fue emocionante empezar a investigar y tratar de reconstruir esta historia”, dice con entusiasmo el joven de 21 años. El equipo de estudio se completó con los alumnos de 6° año “B” Nicolás Ruiz Torres, Agustín Frías Agote, Benjamín Robinson y Francisco Marchioni, bajo la coordinación de la museóloga del colegio Agustina Haedo.

Como en sus mejores años de adolescencia, Rodri volvió a sumergirse en el laboratorio de Física y a emocionarse cada vez que encontraba una pieza y trataba de armar el rompecabezas de la radio a partir de una vieja foto de 1922. En ella se veía al alumno Ricardo Frías, de 17 años, parado al lado de un gran mueble como un ropero antiguo lleno de aparatos de transmisión. Este joven junto al sacerdote lourdista Juan M. Cazes, que era su profesor de Física, lograron construir en el laboratorio de Física el primer radio transmisor. Fueron los actores de la primera transmisión radioeléctrica de Tucumán, el 29 de junio de 1919. La emisión no era de voz todavía sino telegráfica (por código Morse) y se produjo desde el colegio Sagrado Corazón, donde vivía el cura, hasta la casa del alumno, ubicada frente a la plaza Independencia, en San Martín al 400 (antes llamada Las Heras), en el edificio que hoy ocupa la FET.

La historia dice que estas comunicaciones fueron preparando el camino para lo que vino después. Según el diario El Orden del 14 de octubre de 1922, el joven Ricardo Frías (h) había escrito: “luego de las más diversas experiencias que la época podía brindar, con mi transmisor de apenas 5 vatios y el del Colegio Sagrado Corazón, construido en colaboración con el padre Juan M. Cazes, mantuvimos una conversación que fue oída en el tren El Rápido, que viajaba con destino a Retiro y estaba pasando por Ranchillos, a unos 35 kilómetros de esta ciudad”.

Recuperaron la radio de la primera emisión radial de Tucumán

Según aclara la licenciada Haedo, la transmisión telegráfica fue en 1919 y la de voces en 1922. En esta última oportunidad la conversación de Frías con el sacerdote se había podido escuchar en el tren a plena marcha; porque había una antena instalada en el coche comedor.

El 7 de octubre de 1922 se firma en el colegio el primer club de radioaficionados. El 13 de octubre de 1922 se recibe en Tucumán la primera comunicación radiotelefónica desde Buenos Aires. Se trataba del discurso de inauguración de la Asamblea Legislativa del presidente Alvear. El diario El Orden lo contaba así: “los que tuvieron la oportunidad de recibir la transmisión siguieron con toda facilidad el desarrollo de la lectura, sin perder una sola silaba y debieron sentir por cierto una intensa emoción al comprobar que las palabras pronunciadas a mil doscientos kilómetros, eran percibidas con tanta claridad por sus oídos, después de recorrer la enorme distancia impulsadas por el misterioso vehículo cuya utilización ha de transformar al mundo en un futuro no lejano”.

Y agregaba: “si hace apenas veinte años se nos hubiera asegurado que un hombre podía hacer oír su voz a miles de kilómetros sin ningún vínculo posible que lo uniera a su auditorio, hubiéramos sonreído ante la peregrina afirmación, o hubiéramos pensado, en todo caso, que solo un poder sobrenatural realizaría semejante prodigio. Ayer, sin embargo, la atmósfera se encontró de pronto poblada de armonías y de voces que llegaban desde las orillas del Plata, para comprobar que el milagro de la ciencia se había realizado”.

Rodrigo queda pensativo ante esas palabras. “Imagino lo que debe haber sido para aquella época”, sonríe. Con todo el patrimonio de piezas recuperadas el colegio abrió un museo y la presentación se realizó con otro hecho emocionante: la escucha de esa primera transmisión con la voz de Marcelo Torcuato de Alvear el día después de haber asumido como presidente de la Nación.

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