El Hipódromo les abre las puertas a las cuadreras

El Hipódromo les abre las puertas a las cuadreras

Las carreras de velocidad, que habitualmente se disputan en el interior de la provincia, comenzarán a realizarse en forma más frecuente en el circo hípico de avenida Irineo Leguisamo.

IMPRESIONANTE MARCO. El Toro Lesca se adjudicó el clásico cuadrero que se disputó el 24 de septiembre de 2013. la gaceta / foto de JORGE OLMOS SGROSSO IMPRESIONANTE MARCO. El Toro Lesca se adjudicó el clásico cuadrero que se disputó el 24 de septiembre de 2013. la gaceta / foto de JORGE OLMOS SGROSSO

Las carreras cuadreras despiertan mucha pasión y tienen un gran número de seguidores en nuestra provincia. Sin embargo, las canchas donde se disputan la mayor cantidad de estas pruebas no cuentan con la seguridad mínima que necesitan los jinetes y el público, que muchas veces ponen en juego su vida en las competencias.

“Para los jockeys es mucho más seguro competir en el hipódromo. La pista es mejor y además tenés ambulancia y médicos permanentes, cosa que no ocurre en las canchas cuadreras. Yo sufrí una rodada en enero en Santa Rosa de Leales y no había ambulancia ni médico. Por suerte los dueños del caballo se hicieron cargo de todo, porque me fracturé la mano. Esta es una actividad muy riesgosa y no se puede dejar nada librado al azar”, dijo Dante Córdoba, uno de los jinetes tucumanos más experimentados. “Otro tema es que como no hay medidas de seguridad, muchas veces el público entra a la pista en plena competencia. No tienen en cuenta el peligro que es, tanto para ellos como para los jinetes. Ya se registraron varios accidentes por esta causa”, agregó “Fosforito”.

El Hipódromo les abre las puertas a las cuadreras

Hoy en el circo hípico local habrá un importante festival de cuadreras (ver página 10), con la participación de los mejores velocistas de la región. “Será un éxito”, pronosticó Joaquín Lescano. “Lo ideal sería que organicen dos festivales al mes. Se podría correr los días sábados, para no quitarles los domingos a las carreras oficiales. Todos los cuadreros preferimos correr en el hipódromo porque es mucho más seguro en todo sentido. En el interior, los que organizan las cuadreras no se hacen cargo si hay un accidente. Eso no puede ser. Es una vergüenza. Además, si llueve, la prueba se suspende”, dijo Lescano, que entrena sus ejemplares en Villa Fiad (Leales).

Gustavo Alabarce es otro reconocido cuadrero, que prepara sus pupilos en El Naranjito. “Las comodidades y la seguridad que te brinda el hipódromo no las tiene ninguna cancha cuadrera. En época de lluvias me tocó estar cuatro fines de semana con el caballo listo y sin poder correr. Las carreras se suspendían porque la pista no estaba en condiciones. Eso en el hipódromo no pasa”, comentó.

“Haciendo una comparación con el fútbol, competir en el hipódromo es como jugar en la cancha de River o de Boca. En las canchas cuadreras no tenés baños adecuados ni tribunas. Muchas veces tenés que estar cuatro o cinco horas parado”, señaló Alabarce.

El Hipódromo les abre las puertas a las cuadreras

“Lo que mucha gente no sabe es que detrás de la preparación de un caballo hay una gran cantidad de mano de obra. Son muchas las personas que trabajan para poner a punto a un ejemplar y a veces todo ese laburo queda en la nada porque en las canchas cuadreras ante la mínima lluvia la carrera queda suspendida. Para nosotros es una gran ventaja poder competir en el hipódromo”, explicó Daniel “Hampa” Argañaraz, que prepara a sus pensionistas en El Bracho. “Espero que se organicen más cuadreras en el hipódromo. En cada reunión de cotejos locales, debería haber dos o tres cortas”, agregó.

Rubén Moisello, delegado del hipódromo, aseguró que la idea es darles continuidad a las pruebas de velocidad en el circo hípico de avenida Irineo Leguisamo. “Es propósito de esta gestión integrar las carreras cuadreras al la hípica tradicional del hipódromo, tanto en la actividad en sí como con el público que concurre habitualmente a cada una de ellas”, expresó.

“Sabemos que la integración es clave. El público de las cuadreras debe acostumbrarse a venir al hipódromo. Ellos van a ‘canchas hípicas’, que en realidad son caminos vecinales acondicionados, donde no tienen un servicio mínimo. No hay tribunas, bares, sanitarios, estacionamiento vigilado, seguridad ni pago de apuestas garantizado”, agregó.

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“Por otro lado está la gente ligada a la actividad, como los propietarios, jockeys, cuidadores y peones. A ellos queremos darles la oportunidad de comparar y valorar lo que significa contar con una infraestructura de alto nivel para el desarrollo del turf. En el hipódromo contamos con personal altamente capacitado desde la largada hasta la llegada. Tenemos un servicio para determinar el ganador por una ventaja ínfima, como es el recurso tecnológico del fotochart. Además de contar con servicio médico, de enfermería, veterinario, ambulancia e internación en caso de accidentes, entre otros cosas. Es por eso que queremos abrirle las puertas a la gente de las cuadreras, para que se sientan como en su casa en uno de los principales circos hípicos del país”, concluyó Moisello.

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