Las cinco horas de reunión en la Secretaría de Trabajo no fueron suficientes para acercar posiciones en el conflicto salarial de los trabajadores de los supermercados Luque, que se mantiene abierto. “El empresario no ofreció absolutamente nada. Estamos muy angustiados por los 1.200 trabajadores que se han quedado sin respuesta”, explicó Oscar Cano, secretario de Administración del gremio mercantil.
Los trabajadores paran desde hace dos días -con piquetes frente a la Casa de Gobierno-, por la falta de pago de los sueldos de mayo. La planilla salarial de los supermercados ronda los $ 37 millones, confiaron funcionarios de Trabajo. La firma abonó alrededor de un tercio de los haberes y adeuda aún el resto: cerca de $ 25 millones. En simultáneo, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) le embargó cerca de $ 50 millones desde marzo por deudas impagas. Por ello, contó un delegado, los últimos meses cobraban en cuotas y en efectivo. Emilio Luque y su apoderado, Manuel Allende, llegaron temprano al encuentro y esperaron en el despacho de Palina. Luego llegaron la secretaria General de la Gobernación, Silvia Pérez, y la secretaria de Gobierno, Carolina Vargas Aignasse. Aguardaban un llamado del gobernador, Juan Manzur y del ministro de Economía, Eduardo Garvich, para confirmar una asistencia financiera: la devolución de fondos mal liquidados por Rentas y la gestión de un crédito blando. Las gestiones no resultaron. A las 13.28, Pérez y Vargas Aignasse se retiraron. Luego continuó la audiencia con representantes de cada parte.
El director de Trabajo, Mario Véliz, explicó que no pueden declarar la conciliación obligatoria porque se trata de salarios impagos, que tienen carácter alimentario. “La medida sigue, queremos cobrar y que nos garanticen que se mantendrá la fuente de trabajo”, explicó el delegado Miguel Zelaya. “Estamos muy angustiados, son 1.200 personas con temor de quedar en la calle”, agregó Cano. Finalmente, a las 15.10, Luque se retiró sin hacer declaraciones.