El derrocado expresidente islamista Mohamed Mursi, el primer jefe de Estado electo democráticamente en la historia moderna de Egipto, falleció hoy a los 67 años tras sufrir un paro cardíaco en un tribunal mientras comparecía en una audiencia por cargos de espionaje, reportaron autoridades y una fuente médica.
Mursi, una destacada figura de la agrupación Hermanos Musulmanes, fue el primer presidente democráticamente elegido en la historia moderna de Egipto y estaba encarcelado desde que fue derrocado por militares en 2013 tras protestas masivas en su contra.
Su muerte posiblemente aumente la presión internacional sobre el gobierno egipcio por sus antecedentes en derechos humanos, especialmente por las condiciones de las prisiones donde están detenidos miles de activistas islamistas y laicos.
El fiscal de la causa dijo que Mursi se desplomó en la celda de los acusados en la sala de audiencias poco después de hablar y que había sido declarado muerto en el hospital a las 14.50, hora local. Informó que los controles iniciales no habían mostrado signos de lesiones recientes en su cuerpo.
Los Hermanos Musulmanes describieron la muerte de Mursi como un "asesinato" y llamaron a las multitudes a reunirse en su funeral en Egipto y fuera de las embajadas egipcias en todo el mundo.
"Ni el impacto de las noticias ni la prisa por difundir información sobre los detalles de la muerte (de Mursi) cambiarán las características de este asesinato", dijo el grupo islamista en un comunicado en su sitio web.
La familia de Mursi había dicho previamente que su salud se había deteriorado en prisión y que rara vez se les permitía visitarlos.
Una fuente médica dijo que Mursi murió de un paro cardíaco.
Tras décadas de represión bajo gobiernos autócratas, los Hermanos ganaron una elección parlamentaria tras un levantamiento popular que derrocó a Hosni Mubarak en 2011.
Mursi fue elegido en 2012 en las primeras elecciones presidenciales libres de Egipto, tras lanzarse a la carrera electoral a último momento por la descalificación del empresario Khairat al-Shater debido a un tecnicismo.
Su victoria marcó una ruptura radical con los militares, que habían respaldado a todos los líderes egipcios desde el derrocamiento de la monarquía en 1952.
Mursi cumplía una sentencia de 20 años de cárcel por una condena relacionada con la muerte de manifestantes durante las protestas de 2012 y una cadena perpetua por espionaje en un caso relacionado con Qatar.