Martes 4 de junio
Las urnas fueron trasladadas a Tucumán, con la categoría de “insumo”, desde Buenos Aires, por vía terrestre, mediante camiones del correo privado Andreani. Quedaron almacenadas en el depósito de la empresa, en avenida Juan B. Justo y Roque Aragón. Durante estos días fueron armadas y se constituyeron los bolsines con los útiles, las actas y todos los materiales que necesitarán las autoridades de mesa.
Sábado 8 de junio
Esta madrugada, las cajas salieron hacia los nodos logísticos del interior en camiones consolidados. Desde allí, serán distribuidas en camionetas hacia los centros de votación de las secciones este y oeste. En San Miguel de Tucumán, en tanto, las camionetas saldrán directamente desde el depósito hacia las escuelas. Las cajas para alta montaña serán trasladadas en motocicleta. En todos los casos, las urnas pasarán la noche en las escuelas.
Domingo 9 de junio
El delegado de la Junta Electoral entregará a las autoridades de mesa las urnas, los documentos y los útiles necesarios para que desempeñen sus funciones. Las cajas, con fajas de seguridad, estarán habilitadas para los electores de 8 a 18. Luego de que se realice el conteo de votos y se conformen las actas, personal de la empresa Andreani reitará las urnas en camionetas y luego serán cargadas en un camión hasta la sede de la JEP en Mendoza 1.050.
Martes 11 de junio
A partir de las 18, en la sede de Mendoza 1.050 de esta capital, comenzará el escrutinio definitivo, el único recuento válido para consagrar candidatos en los 347 cargos electivos. Se controlarán las actas conformadas por las autoridades de mesas para el conteo final. Sólo en casos puntuales y con previa autorización de la Junta Electoral Provincial, se permitirá la apertura de la urna para el recuento de votos.
Martes 25 de junio
Las urnas permanecerán en la sede de la Junta Electoral Provincial, que estará custodiada por uniformados de la Gendarmería Nacional, hasta tanto se realicen todos los trámites pertinentes para adjudicar los cargos electivos a los candidatos ganadores. De no haber contratiempos, se estima que las urnas serían destruidas dos semanas después de la celebración de los comicios.