Siempre tuvieron fama de difíciles, de gran exigencia, en las que solo tenía cabida la gente muy inteligente. Las carreras científicas nunca han gozado de la popularidad de las humanistas. En la celebración de la Semana de la Ingeniería, que organizan en forma paralela la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la Universidad Nacional de Tucumán y la Universidad Tecnológica Nacional, Regional Tucumán, uno de los temas de charla será la motivación para fomentar el estudio de la Ingeniería.
La primera mujer decana de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario, participante del encuentro, se refirió en una entrevista con nuestro diario a la necesidad de difundir las bondades de esta profesión y contarles a los jóvenes acerca de qué tipos de problemas de la sociedad resuelve, así como incentivar a que más chicas estudien Ingeniería.
Pese a los estímulos del Estado para que se incredmente el número de alumnos en las ciencias duras, si bien hubo un repunte, la matrícula no es aún la ideal. “Si un país quiere desarrollarse necesita más ingenieros. Para dar una idea, China tiene un ingeniero cada 2.000 habitantes. Así están en la punta de todo lo que es tecnología”, sostuvo.
Respecto de las mujeres estudiantes, indicó que aunque se aumentaron las inscripciones, en todo el país representan solo el 20%. “Ellas tienen muy buen desempeño, son capaces, se gradúan, tienen trabajo, son valoradas en empresas, enriquecen los grupos de trabajo. Cuando hay mujeres, el equipo trabaja mejor. Es todo positivo. Por ello hay que difundirlo, para que las chicas lo consideren”, dijo. También se refirió a los prejuicios de los padres que las alientan a seguir otras carreras por considerar que las ingenierías son para personas “raras o aisladas”.
Manifestó que en la elección de la carrera influye la formación que se ha recibido en la escuela primaria y la secundaria. “Hay algo que no ayuda: se sigue diciendo que la Matemática es un cuco, muy difícil. Pero la cuestión es que los docentes deben enseñar bien... dicen que las mujeres no somos buenas para la Matemática, no es así”, señaló.
A menudo se sostiene que los estudiantes llegan sin la preparación adecuada a la universidad. Eso significa que la educación está haciendo aguas. ¿Por qué una buena parte de los alumnos les teme a las “materias duras”? ¿Se las enseña mal? ¿No se sabe cómo hacerlas atractivas? ¿Hay que modificar los planes de estudio? Si los resultados son magros debería haber una reformulación, abrir un gran debate; preguntarnos cuál es la educación que queremos. Si uno de los objetivos es producir más físicos, ingenieros y químicos, se debería comenzar a trabajar simultáneamente en los ciclos primario y secundario.
La Semana de la Ingeniería se celebra en homenaje al primer ingeniero argentino, Luis Huergo, que se graduó el 6 de junio de 1870 en la Universidad de Buenos Aires. Hubiese sido interesante que la UNT y la Tecnológica hubiesen trabajado conjuntamente en la organización de la Semana y no que lo hayan hecho en forma separada, tal vez por celos o por considerar que una casa de estudios tiene mayor jerarquía que la otra, dividiendo además al público. Tal vez esta actitud es un reflejo propio de estos tiempos en que se observa una incapacidad para trabajar en equipo detrás de un objetivo común.