BOGOTÁ, Colombia.- Los gobiernos de Colombia y Rusia, que sostienen posiciones antagónicas con respecto a la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro, coincidieron en propiciar el diálogo y rechazar el uso de la fuerza como vía para solucionar la crisis institucional de Venezuela. Así lo expresaron sus cancilleres, Carlos Holmes Trujillo y Serguei Lavrov, quienes se reunieron en Moscú en la víspera del encuentro que sostendrán hoy, por primera vez, con idéntico propósito, representantes del Grupo de Lima y el Grupo Internacional de Contacto (GIC).
Holmes y Lavrov dejaron claras sus coincidencias y sus diferencias en una conferencia de prensa que brindaron juntos después de conversar a solas.
“Colombia sólo apoya medios políticos y diplomáticos; lo fundamental es que se avance y que más temprano que tarde, el hermano pueblo de Venezuela pueda elegir al gobierno que desee”, afirmó Holmes. “En más de una ocasión nos hemos mostrado contra el uso de la fuerza y de la injerencia en cualquiera de sus manifestaciones en asuntos internos de Venezuela o de cualquier otro país; con amenazas no se puede solucionar un conflicto”, subrayó Lavrov.
Holmes dijo que ”para Colombia, el gobierno legítimo” es el de Juan Guaidó, designado por el Parlamento. Ratificó su apoyo a la agenda de la oposición “el fin de la usurpación, la transición y la convocatoria a elecciones”.
“Nosotros no podemos apoyarlo y no lo apoyaremos”, replicó Lavrov, quien llamó a aplicar en Venezuela la misma postura que el Consejo de Seguridad de la ONU dispuso para Siria al establecer que “solo los sirios deben decidir el futuro de su país”.
El destino de Venezuela será el tema de otra reunión -hoy, en Nueva York- entre representantes del GIC que lidera la Unión Europea (UE) y del Grupo de Lima, que integra la Argentina. De esa reunión participarán la canciller de la UE, Federica Mogherini, los de Portugal y Uruguay -por el GIC-, y los de Canadá, Chile y Perú, por el Grupo de Lima.
El Grupo de Lima, creado en 2017, respalda la agenda de Guaidó, que postula el cese de Maduro, un gobierno de transición y elecciones “libres”.
El GIC -instalado en febrero e integrado por ocho países europeos y cuatro latinoamericanos- sostiene la necesidad de celebrar comicios transparentes, en sintonía con la mediación iniciada por el gobierno de Noruega y aceptada por el chavismo y sus adversarios. (Télam-Reuters)