Cómo se entrenan los perros para rescatar personas

Cómo se entrenan los perros para rescatar personas

Tienen un olfato 20.000 veces más potente que el del hombre y sus detecciones tienen un 99% de acierto. El entrenamiento especial hace que su trabajo se convierta en un juego. No hay tecnología que pueda superarlos. Se desempeñan en casos policiales o en búsqueda de personas extraviadas.

COMO UN JUEGO. Hernán Rodríguez Salazar y Alma, que hace búsqueda de restos humanos. LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ.- COMO UN JUEGO. Hernán Rodríguez Salazar y Alma, que hace búsqueda de restos humanos. LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ.-

Conok fue un héroe. Pero nunca lo supo. El quería jugar. Y mientras se entretenía, ayudaba a alguien que estaba en problemas. Gracias a su olfato y a su incansable búsqueda, pudo localizar varias personas extraviadas.

A Dana la llaman siempre que hay derrumbes. Apenas se pone el chaleco, ella comienza a trabajar. Así la entrenaron desde chiquita: sabe que es su uniforme y que al usarlo debe cumplir funciones. Como aquella noche en que se desplomó el edificio del ex Parravicini.

Conok, que murió esta semana, y Dana son de la ONG Mankay 9. En la Policía está Wanda y ahora también, por primera vez, un grupo de bomberos voluntarios tiene su equipo de perros de búsqueda. Se trata del K9, formado por Alma, Dalí y Pancho. Todos ellos, aunque tampoco lo saben, cumplen una tarea inigualable cuando se trata de rescatar personas en peligro.

¿Por qué son tan importantes en estos trabajos? Porque todavía no hay tecnología que supere el olfato que ellos tienen (20.000 veces más potente que el del hombre) y sus detecciones tienen un 99% de acierto.

Los perros han asistido a las fuerzas de seguridad desde la Edad Media, cuando se usaban sabuesos para cazar a los fugitivos de la ley. En el siglo XX empezó a perfeccionarse el entrenamiento de canes, que hoy pueden ayudar a esclarecer crímenes, detectar narcóticos y explosivos, o encontrar personas perdidas.

El adiestramiento de un perro rescatista arranca cuando es muy pequeñito. ¿Cualquier can puede servir para este tipo de tareas? En general, siendo cachorros ya se puede ver si reúnen estos elementos: muy buen olfato y atención a los ruidos, carácter dominante e instinto de caza, describe Javier Rojas (34), que es adiestrador y tiene a su cargo la preparación de los canes de K4, de los Bomberos Voluntarios de Yerba Buena.

Perros de tamaño medio, como el pastor alemán, el belga malinois, el border collie, el golden retriever o el labrador, son muy adecuados para las labores de rescate, destaca Javier Rojas. Deben ser perfectamente socializados. Para desempeñar su trabajo requieren un adiestramiento especial y muy estricto.

A dos cuadras de la avenida Presidente Perón al 1.200 participamos de un entrenamiento a cargo de Rojas. Él es bombero voluntario de Yerba Buena. Cuenta que, precisamente, la idea de tener perros para trabajar en rescates surgió en ese cuerpo de bomberos hace un año y medio. Con frecuencia participan de búsquedas de personas que se pierden en el cerro o en los cañaverales de la zona, y pensaron que contar con la ayuda animal era fundamental.

Primero adquirieron dos cachorras, las hermanas Alma y Dali, que son de raza belga malinois. Hace poco sumaron a Pancho, un labrador. Aunque todo el mundo pueda creer que ser perro de rescate es sinónimo de mucho esfuerzo y sacrificio, Rojas nos explica que su tarea en realidad es un juego para ellos. Estos héroes sólo quieren divertirse. Y les encantan los entrenamientos, que duran dos horas y se repiten cada martes y jueves.

“Lo que necesita un perro para convertirse en rescatador es que le encante la gente y que le guste entretenerse”, cuenta Rojas. Cada uno de los animales tiene su guía, que en este caso es un bombero. Ellos llevan un juguete y un premio para darles en caso de que realicen bien su trabajo.

Con el entrenamiento se persigue potenciar el olfato, “que venteen”; es decir, que recojan el olor humano. Y ahí hay dos diferencias, porque las personas tenemos distintos tipos de transpiración: una es ecrina y otra, apocrina. La primera es común a todos, mientras que la segunda es única a cada ser. Hay perros, como Pancho, que son entrenados para seguir el olor ecrino. Así, en grandes terrenos pueden verificar si hay personas perdidas o bajo los escombros, por ejemplo. Dalí, en cambio, rastrea específicamente si un individuo determinado estuvo en un sitio. Alma, por su parte, identifica restos humanos (de cadáveres).

Hasta ahora no se han diseñado aparatos ni tecnología que superen el olfato canino. Otra ventaja es que el perro toma decisiones mientras realiza una búsqueda y que puede hacerlo mucho más rápido que cualquier persona, destaca Hernán Rodríguez Salazar, titular del equipo tucumano Fundación Argentina de Rescate Animal (FARA), que también depende de los bomberos voluntarios de Yerba Buena.

Después de ponerles un chaleco y mostrarles un juguete para indicarles que empieza el trabajo, varias personas se esconden. Si tienen que hallar a alguien específicamente, primero les enseñan una prenda de la persona extraviada (podría ser de la víctima de un hecho policial o de una catástrofe). El perro debe ladrar en caso de identificación positiva (algunos se acuestan) y, en caso de acierto, recibe un premio: un bocado de comida o un juguete.

O sea que todo se reduce a un ejercicio lúdico. O quizá no. Los perros se toman muy en serio las búsquedas, sufren si no cumplen con el objetivo y pueden llegar a dar la vida por rescatar a una persona. Son verdaderos héroes. Aunque nunca se enteren.

> Tres pasos para entender el trabajo de un perro de rescate

1 - Cuando participan en operativos, los perros descansan cada tres horas. Se les da agua y se les moja el hocico, que al estar húmedo les permite captar mejor los olores. Están siempre con su guía, con quien tienen un fuerte vínculo.

2 - Si tienen que buscar personas, se les enseña el olor humano. Para hallar drogas, se los expone a químicos que simulan el olor del narcótico. Los perros ladran, lloriquean o se echan al encontrar algo que es motivo de la búsqueda.

3 - Cada guía lleva una mochila con agua, comida y el juguete que sirve de recompensa. Los perros se toman la búsqueda como un juego y no paran hasta lograr su objetivo. Viven con su guía, tienen una vida normal y su trabajo es jugar.

> Así coloboran los perros policiales y los de la Fundación Maskay 9
Sebastián Salis, encargado de la Sección Perros de la Policía de Tucumán, contó que en la actualidad hay 16 canes que se entrenan para trabajos de seguridad. Solo uno de ellos, una perra llamada Wanda, está preparada para rescate de personas. De hecho, ella trabajó en el caso Diana Garnica, la joven que desapareció en Alderetes y que -se sospecha- habría sido asesinada. Los otros animales de la Fuerza son de compañía y de defensa, precisó. Tienen en proyecto sumar canes para detección de narcóticos. También en nuestra Provincia hay una fundación llamada Maskay 9, en la que se entrenan perros de rescate. Daniel Juárez, el adiestrador, cuenta que son auxiliares de Defensa Civil desde hace más de 15 años y que sus animales han participado en numerosos casos de búsqueda de personas. Él tiene un ambicioso proyecto que incluye preparar canes para detección de cáncer en personas.

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