“Si quiero que me traten como adulto, tengo que comportarme como se supone que lo hacen, hacerme cargo de mis responsabilidades”, dice Malena García Imbaud. Ella tiene 17 años, estudia en el Colegio San Javier y -aunque quiere-, no podrá votar el próximo domingo porque no figura en los padrones. Cuando intentó realizar el reclamo en la página de la Junta Electoral Provincial le ganó la frustración: el plazo había vencido.
“Hace unas semanas hablábamos de esto con mis compañeros, todos viendo si aparecíamos en el padrón y demás. Y yo no aparecía. Pensé que era un error de la página, o algo así. Después, más adelante, volví a fijarme y tampoco aparecía. Entré a varias páginas de esas que dicen ‘consulte el padrón’, pero nada. Mi profesor nos explicó en clases que había muchos chicos que no aparecían y que había que hacer el reclamo en la Junta”, continua García Imbaud. “Intentamos con varios compañeros, somos cinco chicos en el curso que no figuramos, hacemos el reclamo por la página y cuando hace falta poner la foto del DNI para terminar con el reclamo no te permite completarlo”, agrega.
Llena de impotencia y frustrada, la estudiante del secundario había escrito una carta a este diario, titulada “Mi derecho a votar”, que empieza justamente como la charla con LA GACETA: “en un principio me daba igual votar, no me interesaba mucho, hasta que comprendí que si quiero que me traten como adulto, debo comportarme como se supone que lo hacen, debo hacerme cargo de mis responsabilidades acertando o errando, pero que sean mías, propias. Votar es una de ellas. Cómo me duele ver que el poder nos pone trabas”.
En la nota, García Imbaud reniega de la cantidad de jóvenes que pasan por la misma situación y relama por sus derechos: “nosotros somos los que marchamos, los que peleamos por un futuro diferente, por el medio ambiente, por el aborto legal o por la vida, por los derechos de la comunidad LGTBI; somos nosotros los que andamos con los pañuelitos de todos los colores, somos nosotros los que queremos que las cosas mejoren. (...) El futuro es más nuestro que de aquellos que ya tienen años encima. En el poder debe estar alguien que apoye nuestros proyectos, con miradas objetivas y no guiándose por sus ideales o religión”, era el corolario del escrito.
García Imbaud cuenta a este diario que aún no había definido por quién votar, pero que sí tiene en claro por quién no hacerlo. Que en su casa se charla de política y que fue su abuelo quien la incentivó para que vote, más allá de que no es obligatorio entre los 16 y 18 años.
¿Cómo respondés a quienes dicen que “los jóvenes no saben votar”?, se le consulta. “Hace un año hubiera dicho que tenía razón, pero ahora me parece que no. Considero que hay muchos chicos que saben mucho de todo, quizás en mayor proporción de los adultos, y son mucho más críticos porque tienen una mente más abierta. Nosotros somos los que marchamos por nuestros derechos”, responde.
“Somos capaces, pasa que no nos toman en cuenta”
Paula Madrid y Ayelén Gómez tienen 17 años y no figuran en los padrones para votar el próximo domingo, aunque deberían. Por falta de información, venció el plazo para poder realizar el reclamo formal y subsanar el error. Si bien es optativo entre los 16 y los 18 años, ellas lamentan no poder participar de los comicios. Saben a quién votar, por qué hacerlo, y tienen en claro qué derechos les corresponden. “Somos capaces, lo que pasa es que no nos toman en cuenta”, aseguraron.
Madrid y Páez estudian en la escuela Sarmiento -ocupan la presidencia y la vicepresidencia del Centro de Estudiantes-, defienden el llamado “voto joven” y lamentaron que por falta de información no pudieron hacer el reclamo a tiempo en la Junta.
“La semana pasada me fijé en la página y me apareció que no había ninguna persona registrada con mis datos. Llamé a la Junta y me dijeron que no se podía hacer nada porque había vencido el plazo”, contó a este diario Páez. El caso de Madrid es similar: “el lunes a la noche me fijé en el padrón y no estaba. Entré a fijarme por una publicación de Instagram. Consulté en la Junta Electoral y me dijeron que para hacer el reclamo tenía que buscar una serie de papeles, como el acta de nacimiento actualizada. Pero juntar esos papeles lleva tiempo y mi mamá me dijo que no íbamos a poder”.
Aunque no van a votar en estas elecciones -contaron que tenían definido apoyar a partidos de izquierda-, esperan poder hacerlo en las nacionales de este año, cuando los tucumanos deben elegir cinco diputados y votar la fórmula presidencial.
“Estaría bueno que los candidatos que participan ahora se planteen nuestros reclamos por mejorar la educación y la salud. Conozco los hospitales, mi mamá trabaja en uno, y hay situaciones que dan mucha tristeza”, opinó Madrid. Páez, a su lado, agregó asintiendo: “la educación pública se está dejando de lado. Sé que es un tema presupuestario, pero es fundamental la educación para saber qué derechos tenemos y que nuestro deber es defenderlos”.
Respecto a las críticas al voto joven, afirmaron que la capacidad de votar no depende de la edad sino de la información. “Sabemos mucho, nos informamos con los celulares pero no se nos toma en cuenta, y somos capaces”, dijo Páez. “Salimos a la calle, marchamos por nuestros derechos. Vamos a las marchas del 24 de marzo, marchamos para exigir el aborto legal y me parece una falta de respeto que digan que por ser menor de edad no sabemos nada. Los adultos nos ningunean”, finalizó Madrid.