Una mujer de 32 años se quitó la vida en Madrid como consecuencia directa de la viralización de videos íntimos que la tenían como protagonista. La víctima trabajaba en la automotriz Iveco y es allí donde comenzaron a circular los videos que ella había grabado con su pareja hacía unos cinco años atrás, según informa el diario El País.
El caso ha consternado a todo el personal de la empresa y a la comunidad de Madrid. Es que vuelve a poner sobre la mesa una problemática que causa daños gravísimos a las víctimas de la difusión no deseada de contenido audiovisual que supuestamente debía quedar en la intimidad.
En el centro de la investigación ha quedado su ex pareja, un hombre que aparece con ella manteniendo relaciones sexuales en el video y que, tras el penoso hecho, se entregó a la justicia ayer.
La mujer se quitó la vida el sábado, tras soportar al menos dos semanas las burlas, los comentarios y el bullying de sus compañeros de trabajo, que se encargaron de hacer circular entre todo el personal de la compañía las imágenes íntimas.
Según fuentes policiales citadas por El País, se están “haciendo las gestiones necesarias para esclarecer lo sucedido”. Están analizando el vídeo, averiguando cuándo y cómo se filtró, quién lo hizo y quiénes lo compartieron; también si fue la antigua pareja de la fallecida o ella misma quien, por error, difundió por primera vez esas imágenes íntimas.
El caso
Comentarios, bromas, miradas, silencios, risas y cuchicheos habían comenzado a suscitarse en los pasillos de la automotriz multinacional. La cuñada de la víctima, que también trabajaba en Iveco, se enteró de que circulaba el material en la planta de trabajo; también llegó a los oídos del marido de V. R., como se ha identificado a la víctima. En su desesperación por no poder frenar esa avalancha, la mujer decidió terminar con su angustia el sábado, en su casa, en Alcalá de Henares, al noreste de Madrid, informó el mismo matutino.
En España está penada desde 2015 la acción de viralizar contenido privado sin consentimiento; el "sexting" (artículo 197.7 del Código Penal) puede llevar a prisión de tres meses a un año o una multa de hasta doce meses.
En Argentina, en cambio, sólo está tipificado el "Grooming", desde 2013. "Gromming es la creación de un lazo entre una persona mayor con un menor, con el fin de abusar de él a través de un medio digital. El objetivo final del pedófilo es el encuentro personal y el abuso sexual", le explicó a LA GACETA Daniel Monastersky, especialista en esa modalidad delictual.
Sin embargo, cuando se trata de acciones entre pares, el alcance de la ley es limitado o nulo. Este es el caso de lo que se conoce como "porno venganza", que es lo que habría causado el suicidio de la mujer española. "Se trata de un subtipo de difusión de imágenes íntimas sin consentimiento. Si bien la foto es consentida, cuando la relación entre las dos personas no continúa y uno de los dos, por despecho o diferentes cuestiones, hace amenazas de publicar el contenido para volver a tener la relación, eso es porno venganza", aclaró Monastersky. Por el momento no está tipificada a nivel nacional, únicamente en la ciudad de Buenos Aires.
En Tucumán, en tanto, existe desde el año pasado el Consejo Viral Argentino, una fundación que tiene por objetivo concientizar sobre los daños de difundir imágenes que pueden afectar a otras personas. "La próxima vez que recibas este tipo de contenidos pensá en los riesgos de compartir y siempre tené presente que #ViralizarEsTuDecisión", invita el grupo.