“No sé por qué hice lo que hice. Sí recuerdo que me puse violento y con una piedra le pegué en la cabeza. En ese momento, no sabía si la había matado o no. Me retiré del lugar con su pertenencia, con el celular”. Con esas palabras, Maximiliano Zelaya Pourrieux confesó ayer ante el Tribunal ser el autor del crimen de Marta “Coty” Díaz, cuyo cuerpo apareció el 8 de febrero de 2015 en un descampado de Yerba Buena.
El joven, de 25 años, pidió perdón a la familia de la víctima y con sus palabras, les quitó responsabilidad a Enrique Aslán, José Luis Rodríguez, Sergio Fernández y Diego Palacios, los otros imputados, en el inicio del juicio oral por el homicidio y el abuso sexual con acceso carnal contra la víctima.
Después de cuatro años y casi cuatro meses, el acusado admitió ser el autor del hecho, al afirmar que había reaccionado de manera violenta después de haber bebido alcohol y consumido droga durante la madrugada, y al enterarse de que la joven había estado con otra persona en el drugstore bailable “Alderete”, de Yerba Buena.
Minutos antes, en la audiencia, Aslán había declarado haber tenido “relaciones sexuales durante unos cuatro minutos en el baño”. Se enteraría luego que esa mujer había sido “Coty” Díaz, según sus dichos.
“Llegué a mi casa tipo 4, 4.30. Mi hermano se estaba por ir a trabajar y en ese momento, me bañé. Como a las 6 de la mañana recibo un llamado de ella (por Díaz) para decirme que iba a poder ir. Entonces, salí a las 6 y ella estaba afuera de mi casa. Nunca pude ver cómo había llegado, nada. Íbamos a tener relaciones al frente de mi casa, cuando me contó que había estado tomando en el drugstore y había estado con el señor Aslán. No sé por qué hice eso”, enfatizó en medio de la sala de audiencia.
Zelaya Pourrieux inició su declaración diciendo que no había admitido antes ser el autor del crimen “porque le parecía justo esperar el juicio para hablar”. “El sábado 7 de febrero llamé a (Sergio) Fernández para que me haga un viaje. Así, salí de mi casa entre las 20 y 21 para comprar droga en avenida Roca y Alem (en la capital). Después me trajo de vuelta a la casa de José Luis Rodríguez (en Yerba Buena), donde estaba tomando bebidas. A partir de ese momento, no lo vi más (al taxista)”, relató, haciendo referencia a dos acusados también por el homicidio y abuso sexual. Luego aseguró que ahí pasó varias horas junto con Juan José Rodríguez, hermano del imputado.
Luego manifestó que en esas condiciones, “bebiendo alcohol y consumiendo estupefacientes”, había enviado mensajes a Marta Díaz. “La cité a mi casa, porque nos conocíamos desde hace dos, tres meses atrás. Yo tenía relaciones (sexuales) consentidas con ella. Esa noche me respondió con otro mensaje. Ahí comenzó la conversación”, contó.
El abogado querellante, Guillermo Villalba, destacó tras la confesión de que se trataría de una causa de femicidio debido a que Zelaya había mantenido una relación con la víctima. Aunque resaltó: “las pericias fueron contundentes; fue abusada, trabó lucha contra los atacantes y fue sostenida en sus miembros inferiores y superiores por al menos tres personas. El hisopado vaginal dio compatibilidad con al menos tres acusados”, expresó.
El letrado también quitó una posible incidencia en el proceso oral a los dichos de Zelaya. “En esta etapa no están obligados a decir la verdad. Vienen con una coartada. Aslan intenta justificar su ADN diciendo que había tenido una relación sexual consentida con Díaz en el baño del drugstore, de manera circunstancial y muy rápida”, añadió.
Zelaya Pourrieux remarcó que se había encontrado unas cuatro veces con “Coty” y que esa noche del ataque la víctima llevaba puestos un pantalón negro y una campera negra, “si no recordaba mal”.
Villalba hizo hincapié la joven había estado vestida de otra manera y no como la había descripto el imputado, como habían atestiguado las hermanas Díaz durante la audiencia. Esa noche llevaba una pollera y una remera gris, entre otras prendas.