Un nuevo espacio que se aprovecha “a full”

Un nuevo espacio que se aprovecha “a full”

Cada domingo de sol, el parque El Provincial, inaugurado hace un mes, se llena de tucumanos.

FITNESS. Julio Arroyo aprovecha los juegos del parque para hacer ejercicio.
27 Mayo 2019

Apagar el piloto automático. Por hoy, aunque sea una propuesta simple, sentís que es necesario seguir ese impulso y salir del confinamiento doméstico. Escaparte por un rato y que los niños respiren aire fresco.

Así que allá vas, encaramado con el termo, el mate, las dos bolsitas de panadería y el perro. Son sólo unas horas pero ni bien te acomodás en el pasto, el cuerpo se relaja. Y permanecés ahí. Desgajando las horas en el parque “El Provincial” (avenida Roca, entre 9 de Julio y Buenos Aires): un pulmón verde en pleno Barrio Sur, que se volvió un ambiente de recreación para todas las familias vecinas y los visitantes del fin de semana.

Sentada desde hace unas horas sobre un mantel de diseño navideño, Mariela Valdez disfruta ajena a cualquier preocupación los mates que le tiende su cuñada. “Era necesario construir un espacio así porque revalorizó la zona. Antes no pasaba un alma por acá y menos en invierno. Ahora, en cambio, se siente una energía distinta y siempre hay gente”, dice Mariela, que se entrega gustosa a unos rosquetes caseros que asoman por la bandeja.

Mientras Thiago, el más pequeño de la familia, se entretiene correteando entre las plantas con sus figuritas de dinosaurio y subiendo, de tanto en tanto, a los toboganes amarillos.

“¿Puedo ahora subirme a las hamacas?”, le pregunta Ana Victoria, de seis años, a su papá mientras tira su bicicleta blanca a un costado y se dirige al merendero donde está el resto de la familia. José Rafael Soto asiente con un leve gesto y ella se pierde entre el resto de cabezas que escalan una extraña telaraña con borlas rojas. “Vinimos desde Villa Mariano Moreno para visitar el parque -explica José- . Cada tanto viene bien una escapada con los chicos. Creo que las plazas son necesarias para la recreación y tiene que fomentarse esta cultura al aire libre en lugar del fanatismo por la tecnología”.

Con un paisaje que alterna zonas de juegos, árboles que dejan espacio para dormir a la sombra y mesas de cemento, lo que mejor caracteriza a “El Provincial” es su vivacidad. Una flama de energía que se aviva con las risas de los niños y el constante tintineo de los llamadores de ángeles que flotan desde el alumbrado.

Es la primera vez que Silvia Riarte viene al parque y pretende inaugurar la tarde de la mejor manera: remontando barriletes con sus dos nietos. “Solía llevarlos al parque 9 de Julio, pero ahora está muy peligroso, no me gustan ni el ambiente ni la basura permanente. Sienta bien este nuevo lugar, es más familiar y me siento protegida porque tiene rejas y se sabe que lo cierran de noche”, explica mientras desenreda los hilos.

Al terminar, Alexander, de tres años, y Abril, de seis, se colocan sobre la línea de salida y a la cuenta de un “3, 2, 1...” invisible, empiezan a correr de un extremo a otro intentando mantener en alto las serpenteantes figuras de “Winnie The Pooh” y “Cars”.

También están los que aprovechan las escapadas domingueras para hacer ejercicio. “Soy de salir a correr por las plazas pero tenía que ir hasta la Belgrano, la San Martín o el parque Avellaneda para poder entrenar al aire libre”, dice Julio Arroyo con la voz entrecortada a causa de las flexiones colgantes que acaba de hacer.

“No es fácil hacerte un tiempo para vos mismo pero hay que aprender a disfrutar de las pequeñas cosas”, comenta Soto, sabiendo que ya está listo para reiniciar hoy la semana laboral.

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