Aplausos y risas entre las hinchadas

Aplausos y risas entre las hinchadas

Los amigos vivieron el debate en LA GACETA.

Aplausos y risas entre las hinchadas
23 Mayo 2019

Las voces de los asesores se mezclan con la algarabía cuando las barras bravas invaden los pasillos y festejan a los candidatos que salen del debate. Rodeado por sus amigos, el vicegobernador Osvaldo Jaldo chicanea: “¡la próxima no va a ser tan pava!”. Sarita Alperovich, el hijo homónimo de José Manuel Paz y Nadima Pecci lo oyen y se ríen; cada uno tendrá sus razones.

Bussi o Alperovich

Un rato antes, cuando todavía no había comenzado el programa, los amigos, familiares y compañeros de los candidatos se acomodaban en los sillones. Ricardo Bussi entra tarde en la sala, pisando con el pie izquierdo y acomodándose los cabellos desordenados. “Este debate no es muy justo: hay tres alperovichistas y un solo opositor”, bromea Bussi para recordar que Jaldo, Paz y Beatriz Mirkin integraron el Gabinete del ex gobernador José Alperovich. Y que la excepción es el bussista Eduardo Verón Guerra.

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La hora de la siesta

La gente de Fuerza Republicana se ubica en la retaguardia del salón y observa desde ahí a los demás simpatizantes. Delante de Bussi, Pecci y compañía, la legisladora Graciela Gutiérrez y la diputada Gladys Medina conversan y comen empanadas. Cerca de ellas, el ex intendente de Alderetes Aldo Salomón y el candidato a legislador Gonzalo Monteros, entre otros, completan la hinchada oficialista.

Mientras Gonzalo sigue el debate también en Twitter, su papá, el intendente de la Banda del Río Salí, Darío Monteros, se recuesta en su silla y asiste al espectáculo con los ojos cerrados.

Piernas cruzadas

El living del alperovichismo cuenta con dos sillones y una mesa ratona. De piernas cruzadas,  Sarita, Julio Silman, Luis Farina, Juan Luis Pérez y Lucila Colombo festejan las intervenciones de su candidata y gritan: “¡vamos!”. Junto a ellos, Oscar Mirkin, con zapatillas deportivas y pullóver de entrecasa, mantiene la calma y sonríe, de tanto en tanto, durante los cruces entre Jaldo y su hermana, la senadora Beatriz Mirkin.

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Neutrales y parciales

En la habitación contigua se sentaron los hinchas de Paz y los estudiantes de la Universidad San Pablo-T invitados al debate. Ezequiel Toledo y Lucía Díaz, ambos de 20 años, se divierten:

-¡Es un lío! -dice Toledo durante el debate libre.

-Me esperaba algo más fino- contesta Díaz.

A la par de estos alumnos, el hijo de Paz abraza a su novia, Lourdes Frefín, y charla con su prima, Agustina de Zavalía, que comenta: “el debate es importante para la democracia, pero no voy a decir quién va ganando. No puede ser muy objetiva mi opinión, ¿no?”.

Aplausos y risas entre las hinchadas

Durante las dos horas que dura el programa, los acompañantes de los candidatos murmuran, se ríen y aplauden por turnos.

Mientras tanto, en los televisores Jaldo, Mirkin, Paz y Verón Guerra discursean y discuten.

Al final, cuando le toca hablar de las fortalezas y debilidades de sus adversarios, Mirkin destaca que Jaldo y Paz, como ella, ocuparon ministerios en el Gobierno de Alperovich. “Es una virtud”, dice, y toda su hinchada la aplaude. Detrás, al fondo, Bussi también golpea las manos.

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