El Mundial Sub 20 contempla a Argentina como un oponente peligroso para todos y por qué no un candidato a llegar lejos, pero por más de una razón sería injusto deducir que está en la primera línea y que menos de la final del 15 de junio todo tendría sabor a fracaso.
Así en el fútbol en particular como en la vida en general, conocer en detalle de dónde se viene es condición necesaria de avizorar adónde se va, de cuáles herramienta se dispone, de cuál potencial y del eventual punto de cocción.
Pese al subcampeonato obtenido en el Sudamericano de Chile, y a la consiguiente clasificación, sería excesivo embellecer aquello al punto de evocarlo como un paseo sin sobresaltos y mucho menos como fuente de garantía de lo que sucederá desde el sábado en Polonia. Primero porque está por verse la solidez del funcionamiento inspirado por Fernando Batista, después por lo limitada de una preparación que apenas si ha constado de un puñado de entrenamientos y un par de amistosos en Alicante (sendos triunfos de 3-1 ante Villarreal B y Honduras) y en última instancia por la propia dimensión del plantel.
Un plantel muy rico, cómo no, pero al tiempo alejado de la luminosa impronta de las mejores expresiones argentinas en una categoría en la que encabeza el ranking histórico. Salvo Ezequiel Barco en el Atlanta United y Gonzalo Marioni en Talleres no hay jugadores consolidados en Primera, sin perjuicio de la valoración que merecen suplentes calificados como Agustín Almendra en Boca, Cristian Ferreira en River y Pedro de la Vega en Lanús, por ejemplo.
Condiciones, buenas condiciones, aptitudes, potencial y horizonte próspero hay en un grado apreciable, nadie dice que no, y en ese contexto da para imaginar un espléndido central en Nehuén Pérez y un muy buen lateral en Facundo Mura, un motor aceitado en Aníbal Moreno, un wing siglo XXI en Agustín Ursi, un animal del gol en Julián Álvarez, y así.
Pero el sentido común y la sensatez inhiben pasar por alto que aún en el mejor de los casos se trata de proyectos destacados, pero proyectos al fin.
Argentina debutará el sábado frente a Sudáfrica en el estadio de Tichy, su segundo adversario será Portugal el martes 28 y cerrará la participación en el grupo F con Corea del Sur el viernes 31.
De los tres, los más empinados son los lusos, vigentes campeones europeos Sub 19.
Argentina se ha quedado seis veces con el Mundial Sub 20 (1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007). Sin embargo sufre una pronunciada declinación que data de una década: en 2009 y 2013 no se clasificó, en 2011 llegó a cuartos de final y en 2015 y 2017 no pasó de la primera ronda.
Todos los estadios
Estadio de Tychy
Fue inaugurado en julio de 2015 y tiene capacidad para 15.300 espectadores. Además, se encuentra entre las instalaciones deportivas más bonitas de la región de Silesia, al sur de Polonia.
Arena Lublin
Se inauguró en septiembre de 2014 y tiene capacidad para 15.243 espectadores. El estadio pertenece a Motor Lublin, equipo que actualmente milita en la cuarta división del fútbol polaco.
Estadio Lodz
Inaugurado en 2017, tiene capacidad para 18.018 espectadores, cuyas gradas están protegidas de las inclemencias del tiempo. Es el más “importante”: se jugará la final, un duelo de octavos y otro de cuartos.
Estadio Municipal de Gydnia
Es una parte integrante del Foro de Deportes, que también incluye el Estadio Nacional de Rugby y el moderno pabellón cubierto del Gdynia Arena. Tiene capacidad para 15.000 espectadores.
Estadio de Bydgoszcz
Al estadio (construido en los ‘50 y con capacidad para 20.559 espectadores) se le lleva años conociendo como “la capital del atletismo polaco”, y ha sido el escenario de muchas competiciones internacionales.
Estadio de Bielsko-Biala
Se trata de una instalación moderna construida sobre el emplazamiento de un antiguo campo erigido en 1927. Tras concluir sus obras en 2016, consta de dos anfiteatros con capacidad para 15.316 espectadores.