12 Mayo 2019
Por Fabián Soberón
PARA LA GACETA - BUENOS AIRES
La Feria del libro puede ser pensada como el máximo acontecimiento cultural de Latinoamérica y como un salón de vanidades ruidoso y apabullante. En ambos casos, estamos ante un espectáculo de feria: un circo. Es cierto: allí se dan cita numerosos exploradores de la palabra, pensadores brillantes y nuevos autores que buscan un lugar en los stands. En este sentido, es un sitio de oportunidades. Pero nadie desconoce que el bullicio y la hojarasca abundan como el furioso calor en el trópico.
Si la Feria es un negocio importante, si la Feria es un sitio de comercio y exposición de vanidades, puede ayudarnos con la formulación de una pregunta: ¿qué valor tiene la poesía en el capitalismo actual? Tomo aquí a la poesía como una sinécdoque y como la forma extrema de las expresiones literarias y artísticas.
El filósofo Arturo Serna sostiene: “La última etapa del capitalismo se caracteriza por el realce de lo financiero: la especulación. Dicho modo del capitalismo prioriza el valor de cambio de la mercancía por sobre el valor de uso. La comunicación visual difunde y expone los valores del capitalismo financiero. En este sentido pone imagen a la abstracción. Toda imagen implica un sentido oculto ligado a la abstracción capitalista. Es importante destacar que cada imagen esconde o supone un valor abstracto, una reivindicación visible de la invisible cara del capital financiero. La comunicación visual es el pretexto visible del poder invisible del capital.”
La Feria reproduce la lógica del capitalismo y de su brazo cool: la publicidad visual. En ese caso, la Feria no hace otra cosa que extender la lógica de lo visual en el capitalismo. Es eso: un campo de batalla de la imagen. Los libros forman parte también de la industria. En la Feria –como en otros espacios similares—están sometidos a la lógica de la imagen que expresa, de otro modo, la tendencia actual de capitalismo financiero. ¿Qué otra cosa puede hacer una exposición que negar el peso leve de lo poético?
En la Feria poesía y capitalismo se tocan. El ruidoso prosaísmo del mundo actual sigue su camino. Lo curioso es, quizás, que la poesía persiste, a pesar de todo.
© LA GACETA
Fabián Soberón - Escritor.
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